Hospital UV
- Pluma invitada
- 4 junio, 2021
- Opinión
- Jorge Manzo Denes
Jorge Manzo Denes
En lo individual, nada tiene valor si carecemos de salud. El cuidado personal y la actividad física pueden contribuir, como acciones preventivas, a mantenernos en un buen estado de salud. Pero no pueden evitar que nuestro cuerpo esté siempre amenazado por el ambiente externo ni que eventualmente padezca alguna enfermedad, desde las más leves hasta las que significan un alto riesgo para la vida. Este es un hecho al que debemos enfrentarnos de manera permanente. Por tanto, hace falta fortalecer los servicios de salud que la Universidad Veracruzana ofrece a su personal, incluidos sus dependientes económicos.
En las regiones de Xalapa y Veracruz contamos con el Sistema de Atención Integral de Salud de la Universidad Veracruzana (SAISUV). Un sistema que, con algunas dificultades, atiende las necesidades locales, sin embargo, en el resto del estado la situación es más precaria, y esto requiere atención inmediata. El sistema de salud en todas las regiones que atiende la institución necesita un impulso mucho más intenso del que ha tenido hasta ahora.
La UV tiene cinco dependencias dedicadas a las Ciencias de la Salud, y es en Veracruz la principal formadora de profesionistas del campo. Hace falta que seamos un referente estatal y nacional para el mantenimiento de la salud, lo mismo en la comunidad universitaria que en la sociedad a la que nos debemos. Necesitamos contraer un compromiso formal para cuidarla, y para educar con técnicas de vanguardia a las nuevas generaciones. Al lado de pacientes diversos que debemos atender, de manera ocasional se presentan retos de salud que exigen atención inmediata, como los que últimamente han presentado ciertos tipos de bacterias y virus, y debemos hacerles frente con conocimientos sólidos y avanzados. Durante la actual pandemia, sin embargo, hemos estado muy limitados en nuestras acciones.
El sedentarismo y la alimentación que nos ha impuesto la vida moderna han incrementado los casos de obesidad, diabetes, colesterol, cáncer y males cardiacos. Por otra parte, nos enfrentamos a enfermedades emergentes en los adultos mayores, como nuestros académicos jubilados que ya entregaron su vida laboral a la Universidad y con quienes tenemos el compromiso de apoyarlos en sus malestares. Con cinco dependencias dedicadas a formar profesionales de la salud, estamos obligados a otorgar a todos un servicio médico de mejor calidad.
El nuevo paradigma que propongo para la Universidad Veracruzana pretende establecer un esquema que permita atender con dignidad a la población universitaria y a la sociedad. Fijar estrategias de atención adecuadas y, al mismo tiempo, de generación de nuevo conocimiento, para continuar avanzando en el hallazgo de nuevos tratamientos; somos una Universidad generadora de conocimientos; podemos y debemos evitar seguir esperando a que las soluciones lleguen siempre de otros lados.
Debemos convertirnos en una institución de vanguardia, desarrollando investigación clínica y educando a la comunidad con programas de prevención. Es indispensable impulsar un nuevo sistema de salud universitario y de beneficio social. Con ese fin, se requiere vincular estrechamente la docencia, la investigación y el sistema de servicio médico a la población, trabajos que requieren de un plan de acción inmediato para conformar un verdadero complejo de salud universitaria.
Un proyecto tan ambicioso debe estar bajo el marco de una quíntuple hélice, ya que es indispensable establecer vínculos con el gobierno, las empresas y la sociedad, en una labor que además de la salud promueva la sustentabilidad. Por lo que, es momento que la universidad presida la creación del Hospital UV, un hospital universitario que tenga los tres niveles de atención necesarios: el primero, de consulta externa y medicina preventiva; el segundo, de medicina interna y especialidades; el tercero, de subespecialidades como cardiología, oncología, etc. Considero que la Universidad Veracruzana ha alcanzado el nivel apropiado para emprender la organización de una infraestructura de tal importancia.
Sabemos que un hospital universitario, además, tendría como objetivo impulsar los ejes heurístico y axiológico en la docencia de diferentes carreras tanto del Área de Ciencias de la Salud como del Área Técnica. La investigación científica en salud, la investigación traslacional y la práctica médica proyectada en el Hospital UV, sin duda ubicarán a la Universidad Veracruzana y al estado de Veracruz como referentes en la materia a nivel nacional.
*Aspirante a la Rectoría de la Universidad Veracruzana; científico de esta casa de estudios en el campo de las neurociencias, con especialidad en el autismo; docente del Doctorado en Investigaciones Cerebrales; profesor con perfil PRODEP; miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel 3) y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Fue Coordinador de la Maestría y Doctorado en Neuroetología, así como fundador y director del ahora Instituto de Investigaciones Cerebrales, y ha sido organizador de múltiples actividades docentes, así como conferencista en diversas instituciones. Es evaluador de proyectos Conacyt y revisor de manuscritos científicos en diversas revistas especializadas internacionales. Autor de numerosos artículos científicos nacionales e internacionales. Comentarios y sugerencias: contacto@jorgemanzo.org y jmanzo@uv.mx