Igualdad de género en la escuela

Oscar D. del Río Serrano

Hace unas semanas, la ONU publicó un informe sobre el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el que se lee una sentencia lapidaria: “el mundo les está fallando a las niñas y a las mujeres”. El documento advierte diversos obstáculos no solo para combatir la desigualdad de género en todos los ámbitos, sino para diagnosticarlo correctamente y diseñar políticas públicas acertadas que beneficien a todas y todos.

Ciertamente, solo el ODS 5 versa específicamente sobre lograr la igualdad de género; sin embargo, la mayoría de estos objetivos cuenta con indicadores relacionados con la participación de las niñas y mujeres en la consecución de las metas establecidas. El informe señala diferentes desafíos para alcanzarlas, como la falta de datos desagregados por sexo, la resistencia a la igualdad de género entre las personas tomadoras de decisiones, la escasa inversión y la falsa creencia de que la igualdad entre mujeres y hombres se ha superado; pues, aunque la igualdad de género sea solo una realidad en la norma, la realidad cotidiana dice otra cosa.

De acuerdo con datos de la ENDIREH 2021, 70.1% de las mujeres de 15 años y más han experimentado al menos una situación de violencia psicológica, física, sexual, económica, patrimonial o de discriminación a lo largo de su vida. 3 de cada 10 dijo haberla vivido en el ámbito escolar, y 5 de cada 10 dijo haber experimentado violencia de tipo sexual. Por otro lado, la desigualdad también se refleja en la distribución de tareas dentro del hogar; según información de la ENUT 2019, las mujeres dedican 43 horas a la semana a las responsabilidades de cuidados, mientras que los hombres dedican solo 17 horas. Esto dificulta su desarrollo en el mundo laboral, educativo, social y político.

Finalmente, vale la pena mencionar el Índice de Normas Sociales de Género 2023: cinco de cada diez personas en el mundo consideran que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres y 4 de cada 10 que los hombres son mejores ejecutivos de empresas.

Ante este panorama, ¿qué podemos hacer desde la educación obligatoria para combatir los estereotipos de género que permiten y alientan estas desigualdades?, ¿cómo podemos empoderar a las niñas, adolescentes y jóvenes? Un primer paso se ha dado con el nuevo Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria, que reconoce necesario acompañar situaciones de aprendizaje para que las y los estudiantes comprendan y eviten reproducir valores y prácticas que invisibilicen la violencia hacia las niñas y adolescentes en la escuela; por lo que ha establecido la igualdad de género como uno de sus ejes articuladores.

En este sentido, con la intención de generar un espacio de reflexión, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) convoca a toda persona interesada al Foro Igualdad de Género en la Educación Obligatoria el próximo 15 de noviembre. A lo largo de cuatro conversatorios, autoridades, académicas y representantes de organizaciones de la sociedad civil dialogarán en torno a los porqués y los cómos de la igualdad de género en las aulas. Para acompañarlas presencial o virtualmente, visita: https://www.mejoredu.gob.mx/foro-la-igualdad-de-genero-en-la-educacion-obligatoria

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