La Educación Media Superior: ¿qué pasa con los que abandonan?

Erick Rodolfo Marsán*

El abandono o deserción escolar, es un fenómeno que se manifiesta principalmente en la Educación Media Superior (EMS) y que ha sido poco atendido durante las últimas décadas en nuestro país. Ello, pues, antes de 2012, este nivel educativo no era considerado obligatorio y los objetivos principales en la agenda de educación se habían enfocado en lograr la cobertura y la enseñanza de conocimientos elementales en la educación básica[1].

Sin embargo, el abandono escolar en la EMS se ha convertido en un problema cada vez más importante en la agenda de la política educativa. Es por ello que las autoridades educativas, el sector privado y la sociedad civil han intentado combatir este fenómeno a través de distintas intervenciones: por un lado, han impulsado acciones que buscan reducir las fallas en el sistema educativo que orillan a las y los jóvenes a salirse de la escuela y, por otro, acciones que buscan mejorar las condiciones socioemocionales de estudiantes, aunque esto en menor proporción[2].

¿Cuáles son las causas del abandono?

El abandono escolar es un problema multifactorial[3] y, según la literatura[4], las causas que le dan origen son clasificadas de la siguiente manera: económicas, sociológicas, psicológicas, y organizacionales. Para este ejercicio, se utiliza una clasificación basada en el grado de control que tienen los estudiantes sobre los factores que los llevan a abandonar la escuela: 1) razones voluntarias o personales y 2) razones contextuales o forzosas.

Esta categorización implica que la persona decida abandonar la escuela, es decir, que rechace su derecho a la educación o, simplemente, que el sistema no pueda brindárselo por circunstancias determinadas. El fenómeno de abandono por razones voluntarias obedece a decisiones propias de los individuos, mientras que el abandono por razones forzadas, implica problemas ajenos al individuo. En la tabla siguiente se presentan los determinantes en la categorización sugerida. Algunos determinantes individuales pueden verse influidos por factores contextuales, debido a la complejidad del fenómeno.

 

Tabla 1. Categorización de los determinantes del abandono escolar

Factores del abandono forzado Factores del abandono voluntario
Divorcio/separación de los padres

Mudarse frecuentemente

Vivir con otros familiares

Bajos ingresos familiares

Pocas aspiraciones educativas por parte de la familia

Poco o nulo acompañamiento y supervisión del proceso educativo

Mala comunicación con la escuela

Problemas con sus compañeros y/o maestros

Pocos recursos de la escuela

Malas prácticas y políticas escolares

Inasistencia (ausentismo)

Reprobación

Bajo grado de compromiso

Bajo grado de participación en clase

Consumo de drogas, alcohol o tabaco

Embarazo

Matrimonio

Bajas expectativas académicas

Poco o nulo interés por aprender

rebeldía

Creencia de poca utilidad de estudiar

Considerar más importante trabajar

Fuente: Elaboración propia con datos de (SEP, SEMS, & COPEEMS, 2012, pág. 10) obtenido de Rumberger y Lim (2008).

 

¿Quién abandona y por qué razones?

A partir de esta clasificación de las causas del abandono, se realizó un modelo logit con el objetivo de determinar la probabilidad de abandonar para cada grupo de causas. Es decir, la probabilidad de abandonar por factores de abandono forzoso y la probabilidad de abandonar por factores de abandono voluntario[5]. Estos modelos se realizaron a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior (ENDEMS), publicada en 2012[6].

Con base en la probabilidad de abandono que tiene cada persona por factores internos o externos, se pueden plantear cuatro escenarios para las y los jóvenes que abandonan:

  1. A) Probabilidad alta por razones forzosas y voluntarias
  2. B) Probabilidad alta por razones forzosas y probabilidad baja por razones voluntarias
  3. C) Probabilidad baja por razones forzosas y probabilidad alta por razones voluntarias
  4. D) Probabilidad baja por razones forzosas y voluntarias

Gráfica 1. Probabilidad de abandonar por razones forzosas y voluntarias

Fuente: Elaboración propia a partir de SEP, SEMS, & COPEEMS. (2012). Base de Datos de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior.

Para ambas regresiones se tienen 2,549 observaciones. A partir de la gráfica anterior, 64% de los casos se concentran en el escenario A, los escenarios B y C concentran 10% y 20% respectivamente, mientras el escenario D cuenta con solo 6% de la muestra.

Estos resultados son muy importantes, pues más de la mitad de los desertores poseen probabilidades de abandono altas para ambos grupos de causas; mientras 36% de los casos se encuentran en el resto de los escenarios. Esta distribución de la población parece tener un comportamiento bastante apegado a la realidad, pues refuerza la teoría sobre lo multifactorial en las causas del abandono.

¿Qué efectos tiene el abandono?

Una vez identificados los escenarios, resulta interesante observar el impacto que puede llegar a tener el abandono para quienes abandonan sus estudios. La manera más común para observar los rendimientos que otorga la educación es sobre los ingresos[7]. Por ello se obtuvieron las diferencias entre el ingreso familiar de los individuos cuando estudiaban el bachillerato y una vez que han abandonado. La información disponible permite calcular esta diferencia entre ambas variables en un tiempo promedio de 3 años y medio.

Es a partir de esta información que se pueden construir hipótesis sobre las variaciones de los ingresos para cada escenario. De los cuatro posibles casos, se espera que las variaciones en el ingreso familiar permanezcan constantes debido a tres situaciones muy importantes: 1) el núcleo familiar no cambia, es decir, que las y los jóvenes no abandonan su hogar una vez que abandonan la escuela; 2) al abandonar la escuela, los jóvenes no se incorporan inmediatamente al mercado laboral y, 3) la mayoría de los individuos no contaba con beca al estudiar[8].

A partir de esta información, los individuos de los escenarios A y B son quienes deberían tener incrementos en sus ingresos, pues al desaparecer los gastos escolares, el ingreso real familiar debe aumentar. Mientras los individuos del escenario D y C son quienes debieran tener un incremento menor en sus ingresos, pues sus circunstancias no representaban un riesgo alto para abandonar la escuela.

Tabla 2. Variación promedio en el ingreso por escenario

Escenario C

$ 608.45

Min: -$9,000

Max: $8,800

Escenario A

$ 180.19

Min: -$26,000

Max: $9,000

Escenario D

$ 1,186.49

Min: $3,000

Max: $22,000

Escenario B

$ 674.87

Min: -$5,000

Max: $6,000

Fuente: Elaboración propia a partir de SEP, SEMS, & COPEEMS. (2012)

Como es posible observar, en promedio, todos los grupos de personas tienen un incremento en sus ingresos familiares después de abandonar la escuela. Esto se puede deber a los gastos que representa asistir a la escuela, transportarse, alimentarse fuera de casa, comprar útiles escolares, entre otras. Sin embargo, la magnitud del aumento no corresponde a lo planteado anteriormente. Los individuos del escenario A son quienes presentan un incremento menor en sus ingresos familiares, mientras los individuos del escenario D son quienes tienen mayores variaciones positivas en los ingresos[9].

Los grupos de personas en los escenarios B y C tienen un comportamiento similar en el promedio, aunque las personas que abandonan principalmente por cuestiones voluntarias tienen un incremento menor en sus ingresos respecto a las personas que abandonan principalmente por cuestiones de contexto.

Este análisis permite concluir que las causas del abandono dependen tanto de el contexto en el que se encuentran los jóvenes, como del interés y de las decisiones de cada uno. Además, la categorización permite una visión alterna del abandono escolar. En vista de lo anterior, vale la pena dejar preguntas que permitan profundizar en este fenómeno: ¿qué pasa con las y los estudiantes que abandonan por falta de interés? y ¿qué relación existe entre las causas de contexto y las causas de decisión?

[1] CAF. (2016). Más habilidades para el trabajo y la vida: los aportes de la familia, la escuela, el entorno y el mundo laboral. CAF, Corporación Andina de Fomento.

[2] Programas públicos como Construye-T buscan incidir en estos rubros a través del acompañamiento de los estudiantes. Sin embargo, la atención personalizada dificulta la operación de estos programas y eleva sus costos. http://www.construye-t.org.mx

[3] Gonzalez, M. F. (2014). La Deserción en la Educación Media Superior en México: Análisis de las Políticas, Programas y Gasto Educativo. México: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

[4] Abril, E., Román, R., Cubillas, M. J., & Moreno, I. (2008). ¿Deserción o Autoexclusión? Un análisis de las causas del abandono escolar en estudiantes de educación media superior en Sonora, México. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 10(1), 1-16.

[5] Al ser un fenómeno multicausal, el dejar fuera de la regresión a un grupo de variables implica perder un poco de poder explicativo. Sin embargo, el objetivo de este análisis lo compensa con la categorización y explicación misma del abandono escolar .

[6] SEP, S., SEMS, & COPEEMS. (2012). Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior.

[7] Acemoglu, D. (2011). The basic theory of Human Capital. En D. Acemoglu, & D. Autor, Lectures in labor economics (págs. 3-33).

[8] Información obtenida de la Base de Datos de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior (2012).

[9] Cabe destacar que el comportamiento de los ingresos es similar en cada escenario.

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