Poco antes de las 5 de la tarde (del viernes 29), quien esto escribe leía la novela de Javier Cercas, El Impostor, en un autobús camino a Xalapa, cuando el teléfono empezó a sonar… mensajes, llamadas, Facebook y Twitter a todo tren.
En todos los modos de recibir y compartir noticias la misma sorpresa: Que ha suspendido la SEP las evaluaciones programadas.
¿En serio?, ¿no es broma?, ¿hackearon la página de la SEP?, ¿Será un rumor? Alguien avisa que si está el comunicado en la página electrónica de la Secretaría… lo confirmo. Hablo con Rubén (Alvarez, director de Educación Futura) desde el autobús: ni si quiera alcanzamos a decir cómo estás… lo que nos sale es la misma frase: está durísimo, ¿no?
He sostenido y dicho que aún no estamos en una reforma educativa. Hace casi un año la autoridad debió, para cumplir la ley, emitir el enigmático “nuevo modelo educativo”… que es una reforma administrativa… y no gusta a la autoridad escuchar esto, pero es sostenible.
Ahora, pues de confirmarse la noticia, ni es un buena reforma en la gestión del sistema. La decisión es muy fuerte y contradictoria con lo que venía pasando…
No sé ni qué pensar. Sólo regresa a mi mente la analogía con el cohete ruso que llevaba el satélite mexicano y se desplomó.
¿Se cae la reforma?, me preguntan. Si fuera así, menuda vergüenza… poco vivirá quien no sepa el desenlace de este trueno en descampado, con cielo sereno según decían.