Riesgo de hoy, aprendizaje para el mañana

Si usted fuera secretario o secretaria de Educación Pública, ¿cómo diseñaría el plan para el regreso a clases? ¿Esperaría la orden presidencial? ¿Reuniría a los secretarios de las entidades federativas para deliberar? ¿Recopilaría información de distintas fuentes? ¿Debatiría con la o el especialista? Tomar un solo camino de éstos es limitado; requeriría por tanto construir una base de decisión plural si en verdad quiere enfrentar eficientemente la crisis educativa a raíz de la pandemia y la clausura escolar.

Abonando a esta pluralidad, en días pasados se publicó el documento intitulado La educación ante la pandemia del Covid 19. Vulnerabilidades, amenazas y riesgos en las entidades federativas de México, el cual fue elaborado por Rodolfo de la Torre y su equipo auspiciados por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Este documento es valioso porque, en primer lugar, presenta una noción de “riesgo educativo” regional basado en tres componentes: (1) la “vulnerabilidad personal” que se refiere a la falta de insumos, principalmente tecnológicos, para continuar con las clases en línea, así como a ciertas condiciones de vida. (2) “vulnerabilidad del sistema educativo” expresada por indicadores educativos básicos (matriculación, abandono, absorción de estudiantes de un nivel a otro, gasto y relación estudiante/maestro) y (3) “amenaza por Covid 19” (casos confirmados y defunciones por cada 100 mil habitantes).

Al combinar estas tres dimensiones se obtiene un panorama poco conocido: los cinco estados con mayor “riesgo educativo” son Tabasco, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y Querétaro. Esto ayudaría a delinear una estrategia nacional algo distinta de la que se ha conocido últimamente. ¿Por qué se concentraron entonces en regresar a clases en Ciudad de México, Campeche, y Chiapas si el índice de riesgo educativo es relativamente bajo? A mayor información, acciones mejor enfocadas que deben discutirse amplia y públicamente.

Otro acierto del reporte es que nos ayuda a responder a qué grado las condiciones educativas y de salud de hoy podrían afectar a que los niños y jóvenes no puedan mantener o superar los niveles educativos de sus padres. Esto es un retroceso en términos de “movilidad educativa”.

Pensar en los múltiples efectos de la pandemia a futuro nos debería motivar a actuar diferente hoy. Esto es un acierto del informe al relacionar el “riesgo” con la “movilidad educativa”, de tal manera que San Luis Potosí, Zacatecas, Querétaro, Hidalgo, Jalisco y Chihuahua “son las entidades que más podrían reducir su movilidad educativa por la combinación de los riesgos derivados de la pandemia y la desigualdad de oportunidades provenientes de las condiciones educativas de origen”. Por esto, concluye el estudio, la “atención coyuntural” en estos estados “debería ser prioritaria”. Concuerdo. Recordemos que en cuatro de estas seis entidades hubo cambio de gobernador, así que ahora ya sabemos qué puntos exigirle a las y los nuevos ejecutivos locales. Hipotecar el futuro con malas decisiones puede prevenirse si se adopta una perspectiva plural para gobernar y tomar decisiones. A esto contribuye este informe: https://ceey.org.mx/documentos-de-trabajo-ceey/

 

* Investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (FCPyS).

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