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La UNAM: grande y frágil

La casa se construyó, como la conocemos ahora, en 1945. Su estructura, y la de todo inmueble los cimientos, columnas y muros de carga que confieren, a las edificaciones, lo que el esqueleto aporta a una persona se caracteriza por ser un entramado de elementos que la mantienen en pie, calculada con precisión sobre la base de un estudio de la dinámica del suelo donde se ubica, además de otras condiciones indispensables, pues su función es soportar el peso de los espacios que conforman a esa residencia, no solo cuando estén vacíos, sino incluyendo los enseres y la cantidad de personas que albergará en el futuro. Su diseño es fundamental.

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