blanca-heredia-avatar

Tareas escolares y desigualdad

A muy pocos alumnos les gusta hacer tareas escolares. Éstas consumen, sin embargo, un considerable número de horas del tiempo no-escolar de los estudiantes en la mayor parte del mundo. Para sus padres, las tareas suponen también, con frecuencia, una pesada inversión de tiempo, atención y recursos.

tareaLos motivos de los maestros para encargarles tarea a sus alumnos son diversos. A veces, es sólo inercia o incluso una manera de delegarles a los estudiantes actividades que debieran haberse realizado en clase. Existen también, con todo, razones importantes por las cuales asignar tareas extra-escolares. Entre otras: promover el que los niños y jóvenes se apropien efectivamente de conocimientos cuya adquisición requiere reflexión y trabajo de mayor profundidad; inculcarles disciplina y hábitos de estudio; estimular el que investiguen por cuenta propia; y/o que ejerciten prácticas y procedimientos cuyo dominio exige repetición constante y regular.

De acuerdo a un trabajo reciente del equipo PISA de la OCDE (*), en todos los países participantes en PISA 2012, los alumnos de 15 años dedican más tiempo a hacer tareas que a cualquier otra actividad relacionada con el aprendizaje –clases extra-curriculares, trabajo con tutores, estudio con sus padres, etc– durante el tiempo que no están en la escuela. La cantidad de horas invertidas en completar tareas varía mucho, sin embargo, entre países. En los países de la OCDE, por ejemplo, los estudiantes dedican, en promedio, casi 5 horas a la semana a la realización de tareas asignadas por sus maestros. Por otra parte, en países como Irlanda, Italia, Rusia y Singapur, los estudiantes reportan invertir 7 horas o más a la semana en ello, mientras que en Shanghai-China las tareas consumen más de 14 horas semanales en promedio. En contraste, los alumnos de Corea del Sur y Finlandia –dos de los países con mejores resultados en todas las ediciones de PISA– mencionan que dedican menos de 3 horas a la semana a la realización de tareas escolares.

Un hallazgo especialmente importante de este análisis de la OCDE tiene que ver con las diferencias en el tiempo invertido en tareas escolares por parte de los alumnos en situación de desventaja y de ventaja socio-económica, respectivamente.

Así, en el total de los 65 países y regiones participantes en PISA 2012, se observa que los estudiantes más aventajados en términos socio-económicos invierten más tiempo en la realización de tareas que aquellos con menores recursos. En el caso de los países OCDE, los primeros dedican 1.6 horas más en promedio a las tareas escolares que los segundos. En algunos países participantes en PISA estas diferencias son aún más pronunciadas. Destaca, al respecto, el caso de Bulgaria, Italia, Rumania, Shanghai-China y Taipei-China en donde los alumnos de altos ingresos dedican 3.5 horas a la semana más a sus tareas que los estudiantes más pobres.

Estas diferencias revelan las muy distintas condiciones que enfrentan los alumnos provenientes de hogares de altos y bajos recursos. Los primeros suelen asistir a escuelas que les demandan más tareas, cuentan con espacios en su casa para realizarlas y tienden a contar con el apoyo activo de sus padres. Los alumnos de menores recursos, en cambio y con frecuencia, carecen de lugares apropiados para hacer sus tareas, asisten a escuelas que les exigen menos y sus padres suelen tener menos tiempo y recursos para apoyarlos en dichas tareas.

estudiantes-universitarios-1897300Las diferencias en el tiempo dedicado a las tareas importan porque tienen consecuencias. Básicamente, pues el análisis muestra que existe (controlando por nivel de ingreso) una correlación positiva fuerte entre las horas invertidas en las tareas escolares y los resultados individuales de los alumnos en PISA, especialmente en matemáticas. Dicho más claramente: la carga diferencial de tareas entre alumnos ricos y pobres termina reproduciendo e incluso ampliando sus diferencias de origen.

Por ello, es que la OCDE, atinadamente, recomienda impulsar acciones que le hagan más fácil a los alumnos de menores recursos invertir más tiempo en sus tareas escolares. Por ejemplo, informando a los padres de familia sobre la importancia de motivar a sus hijos a realizar sus tareas, habilitando espacios físicos para ello y generando materiales de apoyo interesantes y divertidos.

Twitter:@BlancaHerediaR

 

Columnas relacionadas:

Naomi Klein y la guerra entre el capitalismo y el clima

Concursos para directivos escolares, deseos y realidades

Facebook Comentarios

Leave A Comment