La concertacesión de la Reforma Educativa

Sergio Martínez Dunstan

El pasado doce de febrero, el Senado de la República y el titular de la Secretaría de Educación Pública fijaron sus posiciones sobre la reforma al artículo tercero constitucional, en una mesa de trabajo realizada en el marco de la Tercera Sesión Ordinaria de la Comisión de Educación en Comisiones Unidas con Puntos Constitucionales. El Presidente de esta Comisión destacó que la Cámara de Diputados es la de origen y ésta, la de Senadores, la revisora.

En voz de Esteban Moctezuma Barragán se expuso la iniciativa presidencial. Fue claro, se desenvolvió con soltura, mostró conocimiento, con dominio del escenario, se le vio relajado, tranquilo. En esta ocasión se apoyó con unas diapositivas muy concretas, puntuales, sintéticas, consistentes, en concordancia con su discurso. Sus comentarios fueron acertados, pertinentes. Su mensaje fue muy parecido al que utilizó en la reunión con los diputados.

En su intervención, se plantearon asuntos tan variados, como: la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE); la creación del Instituto de Revalorización Magisterial y Mejora Educativa; el interés del SNTE por recuperar el control de las plazas; el Servicio Profesional Docente; la Carrera Magisterial; la educación inicial; la educación indígena; la educación especial; el modelo dual; la reforma a los planes de estudio y, en consecuencia, a los programas para incorporar contenidos de civismo, historia y valores, entre otros; la autonomía universitaria; el compromiso del Estado de impartir educación superior sin que los jóvenes tengan la obligación de cursarla, si así lo desean; los programas de Habilidades Digitales para Todos y Escuelas al 100; la enseñanza del inglés… hasta el impacto de la expresión “ahora se vale copiar”. Incluso se tocaron temas coyunturales, sensibles y ausentes en la propuesta, como el tema relacionado con las estancias infantiles y el conflicto magisterial en Michoacán.

Los senadores estuvieron participativos, atentos, interesados y con conocimiento de causa en determinados casos, preparados para su participación. La gran mayoría de la fracción parlamentaria morenista hizo hincapié en su formación, con estudios profesionales y de posgrado, y  en su experiencia como docentes, sobre todo de educación básica y superior así como también en la formación de maestros. Se confirma la simpatía del magisterio nacional con las ideas de Andrés Manuel López Obrador, lo que explica el interés del Presidente en abrogar la reforma educativa peñista. Las intervenciones fueron de carácter individual y, aún así, se evidenciaron posiciones partidistas.

Esteban Moctezuma, respondió a casi a todos los cuestionamientos. Se guardó al menos uno: ¿Porqué se nombró como Subsecretario de Educación Básica a un Ex Consejero del INEE? Reveló la razón de incluir la excelencia educativa: la propuso la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. En términos generales, su intervención fue bien recibida, al margen de los halagos mutuos entre los legisladores y el titular de la SEP.

Destaco dos intervenciones por parte de los Senadores: Alguien sugirió que fuera una reforma de principios para dejar las particularidades en las leyes secundarias, a fin de evitar modificaciones posteriores a la Constitución y, en  caso dado, adecuar tantas veces como sea necesario las leyes reglamentarias. Por ello, solicitaron la conveniencia de esbozarlas al menos en lo general.

En otra intervención, se resalta la importancia de hacer una reforma por consenso.

Según una legisladora, es ideal, porque el artículo tercero “tutela” el aprendizaje de los educandos, y ese debiera ser el eje del debate. De ahí la importancia de que el cambio sea de “larga data”. Hay que hacer el esfuerzo de consensuar la reforma, para evitar que dentro de seis años brille de nuevo la denostación si la correlación de fuerzas políticas, cambia —según se dijo.

Lo anterior implica que algún partido político ceda en todas sus pretensiones o en algunas de ellas, para obtener algo a cambio. Bien pudiera utilizarse en este caso el término empleado en otras circunstancias, distintas pero con el mismo propósito, la “concertacesión”. Por ejemplo, respaldar el interés manifiesto del Ejecutivo por cancelar el INEE, a cambio de otorgarle autonomía al Instituto de Revalorización del Magisterio y de la Mejora Educativa. ¿Quién lo diría? el INEE como moneda de cambio. Todo puede suceder según los interesa partidistas.

Desde mi punto de vista, de la iniciativa presidencial y de la que respaldan cuatro partidos, elaborada por la Red Educación Derechos, saldría una, la reforma definitiva. Se da por sentado que la iniciativa presidencial se aprobaría también en el 60% de los Congresos Locales. Al respecto, reitero lo que he sostenido en otros artículos: dudo que 19 o más Congresos Locales voten a favor, salvo que, se llegara al acuerdo de apoyarla, tras una negociación entre las diferentes fracciones parlamentarias para lograr consensos. Sólo así, la reforma al artículo tercero constitucional llegaría al Senado con  las más altas probabilidades de concretarse. Prevalecerá, quizá, un criterio o razonamiento político más que académico. Se privilegiará la política en detrimento de la pedagogía. Falta poco y el tiempo dará la respuesta.

Carpe diem quam minimun credula postero

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