Borrador de agenda para Moctezuma
- Pluma invitada
- 23 junio, 2018
- Opinión
- Wenceslao Vargas Márquez
Wenceslao Vargas Márquez*
El trabajo más comlejo que tendrá López Obrador al momento de su inminente triunfo es el más difícil que tienen los gobernantes electos en cualquier parte del mundo: cumplir con las expectativas levantadas en la campaña. Nada menos.
En esta nota lo que queremos es detallar una pequeña parte de una agenda más grande que deberá abordar Esteban Moctezuma Barragán en el caso de resultar designado Secretario de Educación Pública del que sería el nuevo gobierno. El trabajo no es fácil. Esperemos que los funcionarios de Morena no se conviertan en lo que se han convertido todos sus predecesores.
Por favor, que Morena, hipotético gobierno, no se convierta en lo que ya Elena Poniatowska dijo al diario El País en el reciente 10 de junio (bit.ly/2sMI1SN). Sería un desastre si se cumple lo que predice: que Amlo va a contemporizar apenas esté instalado en la silla presidencial. Dijo en entrevista: “Creo que apenas esté en el poder va a contemporizar, va a estar tan feliz que se va a poner de buen humor, igual que Octavio Paz cuando se sacó el Nobel”. Por el bien de todos ojalá que no sea así.
En nota de hace unos días anotaba aquí un borrador de agenda y cronograma para Moctezuma Barragán. Hoy quisiera perfeccionar el parcial borrador de esa agenda. A partir del 2 de julio el temario educativo de Moctezuma deberá incluir, entre otros temas: reinstalación de los docentes que hubiesen sido cesados por cualquier motivo, en particular por los motivos derivados del tema de la evaluación docente y en general por cualquier motivo derivado de la Ley General del Servicio Profesional Docente, desaparición de la evaluación docente para permanencia, recuperación de salarios caídos, desistimiento por parte de las autoridades educativas federal y estatales de cualquier demanda laboral o penal que hayan instrumentado en contra de trabajadores en cualquier parte del país principalmente si los temas derivan de la crítica a la reforma educativa, recuperación de la adscripción de docentes desplazados de su centro de trabajo. El temario es largo.
Moctezuma Barragán deberá estar a la cabeza del proceso, deberá articular entre el 2 de julio y el 30 de noviembre una suerte de representación sindical que miles de agraviados a lo largo y ancho del país no hemos tenido. Hasta el 30 de noviembre porque un día después habría de convertirse en autoridad. Enseguida revisemos las trayectorias para la resolución de estos conflictos anotados.
El secretario Moctezuma Barragán, despachando ya no desde Argentina 28 en la Ciudad de México sino desde la ciudad de Puebla según el programa de desconcentración que tendría el nuevo gobierno, tendrá tres trayectorias para deshacer los agravios de miles y miles de docentes abandonados por sus representantes sindicales a su suerte (que se chinguen, ha sido el permanente y desdibujado mensaje). Las tres trayectorias son: la primera, la de los trabajadores que dependen de la Secretaría de Educación Pública (SEP) despachando desde Puebla; la segunda, la de los trabajadores que dependerán de gobiernos estatales que pertenecerán a Morena, y la tercera, la de los trabajadores que dependerán de gobierno estatales no alineados con Morena.
Claramente los trabajadores que dependen de la SEP central serán los de más fácil solución porque dependerán de las decisiones inmediatas del propio Esteban Moctezuma (quien por el bien de todos no será contemporizador). De los estatales serán minoría los gobiernos de Morena: cinco o seis es la cifra a esperar en esta su primera elección; el resto (quizá 25 o 26) serán gobiernos del PRI (como Oaxaca), o del PAN (como Tamaulipas) o del MC como Jalisco, gobiernos que son, conforme los acuerdos educativos de 1992, los verdaderos jefes de los profesores. Moctezuma no podrá darle órdenes a Murat o a García Cabeza de Vaca.
El trabajo es arduo, la tarea compleja, los entuertos enormes pero el candidato presidencial se comprometió a revertir los agravios y desde aquí no dudamos que cumplirá su palabra en caso de triunfo. Además, no dudamos que lo hará con criterios humanistas y de justicia y no neoliberales porque si fuese este el caso para qué cambiar de signo al gobierno: que siga el actual otros noventa años. El candidato López Obrador ha sido claro y directo respecto de su voluntad de hacer justicia. Por ejemplo, el 19 de mayo en Ciudad Guzmán, Jalisco, dijo que los docentes cesados (bit.ly/2KdHH9J) volverán a trabajar. Es su palabra y está por escrito.
Le toca a Moctezuma Barragán darle viabilidad al ofrecimiento, cumplir con la palabra empeñada por la razón de que es un compromiso que no permite contemporizar. Corresponderá a la cuidadosa agenda de Moctezuma hacerle saber a Poniatowska que ella no tiene la razón.