De la obligatoriedad y gratuidad a la privatización de la educación media superior. El caso de Baja California
- Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia
- 17 noviembre, 2016
- Opinión
- Bachillerato, Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia
El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.
Obligatoriedad de la educación media superior. El contexto federal
De acuerdo con documentos de política pública, el nivel medio superior del sistema educativo mexicano tiene dos propósitos: 1) que los jóvenes entre 15 a 18 años puedan obtener los elementos para elegir entre las diversas opciones de educación superior; 2) capacitarse para su ingreso al ámbito laboral.
Luego de un largo proceso que llevó una década en el poder legislativo, el 10 de junio de 2013 se decretó la reforma constitucional y las adecuaciones a la Ley General de Educación. Tal reforma estableció que el Estado está obligado a otorgar servicios educativos a toda la población a fin de que pueda cursar educación en todos los niveles hasta el medio superior. Asimismo, que es obligación de los padres hacer que sus hijas, hijos o pupilos menores de edad cursen todos esos niveles educativos. [1]
La obligatoriedad de la educación media superior (EMS) fue justificada por varias razones, entre ellas, los problemas de bajos índices de cobertura, calidad y eficiencia terminal. Esto, dentro de un escenario donde las y los jóvenes sufren una enorme exclusión social, escolar y laboral que los lleva a buscar un lugar en el subempleo, o los hace presa fácil del crimen organizado.[2]
La problemática de la deserción escolar
Previo al decreto de obligatoriedad de la EMS, para 2010 se ofrecían diversas modalidades de educación media superior (EMS): el bachillerato general, el bachillerato tecnológico y el profesional técnico. La cobertura educativa para 1980 era de sólo 25.7%, en tres décadas se incrementó de manera notable al registrarse 64.4% para el ciclo escolar 2009-2010. A fin de poder elevar el porcentaje de cobertura, en los últimos años se han implementado modalidades como la educación a distancia y virtual.
Además de la cobertura, que se pretende que en 2025 llegue al 100%,[3] otro factor que incide en la EMS son las alta tasas de deserción. En el ciclo escolar 2009-2010 previo a la reforma de obligatoriedad, el índice de deserción después de terminar la secundaria y antes de iniciar la preparatoria fue de 15.6%.[4] De manera más desagregada, un estudio muestra que para ese mismo ciclo, entre el primer y el segundo años de preparatoria desertaban cerca de 21% de los estudiantes, y entre el segundo y tercero otro 11%; y, de los que logran salir de tercero, sólo 28% ingresa a la universidad.[5]
Según Lechuga, Guzmán y Téllez, con base en datos revelados por la SEP en julio de 2013, “650 mil estudiantes de nivel bachillerato abandonan sus estudios cada año lo que significa un promedio de 1,800 estudiantes diario, dato que confirma que la cifra total de jóvenes que anualmente dejan la preparatoria se ha incrementado en casi 27,000 alumnos más respecto a dos años atrás”.[6]
De allí que uno de los mayores retos del sistema educativo a raíz de la reforma constitucional de 2013, sea abatir la deserción escolar. Aun cuando este aspecto no será abordado en este artículo, se puede mencionar que los estudios sobre la deserción escolar refieren al desinterés escolar, la falta de recursos económicos, los embarazos no deseados, el acoso escolar, entre otros, como los principales motivos. Y, de acuerdo con los señalan Lechuga, Guzmán y Téllez “otorgar a la educación la categoría de obligatoria por decreto, no implica su automático cumplimiento, hace falta una firme voluntad política más allá de la demagogia o las buenas intenciones”.[7]
Para avanzar en el cumplimiento de lo dispuesto en el decreto de obligatoriedad del EMS, la SEP a partir de 2013 ofrece varios programas y estrategias, además de las modalidades de bachillerato general, bachillerato tecnológico y profesional técnico, que permitan lograr mayores índices de acceso, permanencia y conclusión de los estudios, como el Programa de becas de educación media superior, Yo no abandono, ConstruyeT, Bachillerato para personas con discapacidad, Preparatoria Abierta, Prepa en Línea, Modelo Mexicano de Formación Dual, Modelo de Emprendedores, CapacitaT.[8]
El contexto bajacaliforniano
En Baja California, el decreto que reforma la Constitución y la Ley de Educación del estado para garantizar y estipular la educación gratuita y obligatoria para todos los jóvenes que cursan la educación media superior, se publicó en el 15 de julio de 2011. En esa misma disposición se estableció que tal gratuidad se realizaría de forma gradual de manera que las cuotas a pagar a los subsistemas estatales fueran de la siguiente manera: el 25% para el Ciclo Escolar 2011-2012, el 50% para el Ciclo Escolar 2012-2013, el 75% para el Ciclo Escolar 2013-2014; y el 100% a partir del Ciclo Escolar 2014-2015.[9]
En la exposición de motivos de esta reforma se argumenta que muchos jóvenes que concluyen secundaria y desean inscribirse a la preparatoria no pueden hacerlo por razones económicas, y deben trabajar para apoyar a sus familias. O, una vez que se inscriben no pueden continuar con los estudios porque carecen de medios económicos para comprar útiles, uniformes, transportes, o pagar cuotas elevadas de inscripción y colegiaturas.
Por su parte, el gobernador del estado ha venido anunciando que a partir del 1 de enero de 2014 se dio la entrada en vigor de la Preparatoria Gratuita para Todos, y así Baja California “se convirtió en la primera entidad del país en contar con este beneficio para todos los jóvenes” en los planteles de los subsistemas de Cecyte, Cobach y Conalep.[10]
El 1 de diciembre, al tomar posesión del cargo, el gobernador prometió la construcción de dos preparatorias más para el ciclo escolar de 2014. Para ello dijo que se requería una inversión de 48 millones de pesos, más el respaldo de la federación, la coordinación de las autoridades federales, la cooperación de los padres de familia y los sindicatos para la modernización del sistema educativo. Y declaró que la educación media superior sería una prioridad en su administración.
La obligatoriedad y gratuidad de la EMS provocó en 2014 una crisis en la capacidad de operación y mantenimiento en los planteles de los subsistemas de Cecyte y Cobach. Ya que en aras de cumplir con la gratuidad estos subsistemas dejaron de percibir recursos de al menos 224 millones 570 mil pesos. Los recursos de los diferentes subsistemas suelen provenir de aportaciones anuales, tanto del gobierno federal como estatal, los cuales van directo al pago de nómina de personal docente y administrativo, y para cubrir insumos de operación, que permitan atender a poco más de 74 mil 500 preparatorianos inscritos en los diferentes subsistemas en el ciclo 2014. De allí que, ante ese panorama y la falta de respuesta de las autoridades, los directivos de las escuelas deben buscar alternativas para generar recursos propios, como los sorteos.[11]
A pesar de que en el 2014 se destinaron más de 76 millones de pesos para infraestructura educativa para poder atender la demanda de ingreso a preparatoria de más de 51 mil jóvenes, y ante el aumento constante de esta demanda, en agosto 2015 quedaron sin lugar en bachillerato cerca de 3 mil 800 jóvenes. Por ello, a las opciones de ingreso en Cobach, Cecyte y Conalep, se agregó la oferta de modalidades en línea y semiescolarizadas de la SEP.
En el segundo ciclo escolar de 2015, la matrícula total en preparatoria fue de 136 mil 30 alumnos[12], situación que se incrementaría para 2016 dado el crecimiento de la demanda de los egresados de secundaria, como se verá más adelante. La educación media superior cuenta con 177 planteles de media superior, de los cuales 135 son estatales y 42 federales. Esta capacidad se ha visto insuficiente ante la demanda de ingreso a la preparatoria. Debido a eso, y a la búsqueda de respuesta gubernamental, en agosto de 2015, por primera vez en algún ciclo escolar, se ofreció pagar la educación media superior en escuelas privadas a los 3 mil 800 alumnos que no alcanzaron un lugar en los planteles del Sistema Educativo Estatal. Para ello, el gobierno estatal realizó un convenio con 34 preparatorias privadas de Tijuana y Mexicali. En Ensenada no fue necesario ya que se cubrió la demanda con los planteles públicos.
Para el ciclo escolar de 2016, el SEE implementó la preparatoria estatal en línea, y continuó ofreciendo beca para ingresar a planteles privados, para lo cual se propuso destinar más de seis millones de pesos. De este modo, la oferta pública de EMS se compone de los siguientes subsistemas y programas: Telebachillerato Comunitario, Prepa en Línea-SEP, Prepa Abierta, Cecyte, Cobach, Conalep, Dgeti (Cbtis y Cetis), Dgeta (CBTA), Dgecytm (Cetmar), DGB (Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas), así como preparatorias particulares incorporadas al programa “BC todos a la Prepa” mediante la Beca Solidaria “Oportunidades BC”.
Sin embargo, en junio de 2016, se estimó que al menos 9 mil 200 jóvenes que buscaban continuar sus estudios en una escuela pública no alcanzaron un espacio. Ello debido a que fueron 63 mil 200 los egresados de secundaria y el dato sobre cobertura de EMS en BC para el ciclo escolar 2015-2016 es de 74.7%.[13]
En 2016, por segundo año consecutivo la demanda para ingresar a preparatoria superó los espacios de los planteles públicos en el estado. Parte del aumento es resultado del fenómeno “burbuja generacional”, el cual consiste en el aumento de la matrícula de estudiantes que ocurrió en el nivel básico en el ciclo 2006[14], además del flujo migratorio,[15] y la respuesta social a gratuidad de la EMS a partir del ciclo 2011-2012.
La beca solidaria “Oportunidades BC” consiste en un convenio de gobierno del estado con escuelas particulares, misma que cubre la inscripción y colegiatura de preparatoria durante los seis semestres de duración, sin ningún costo de inscripción ni mensualidades para los padres de familia. Pero no cubre gastos de útiles, uniformes y transporte.
Se trata de un esquema no planeado a partir de la reforma de la EMS de 2011, y resultado de la búsqueda de estrategias para atender la demanda emergente, denominado por la autoridad educativa estatal como “educación pública-privada”. Para ello, se seleccionaron 34 preparatorias privadas en donde se incorporan los jóvenes a quienes se les otorgó una beca solidaria “Oportunidades BC”. Consiste en un pago de 50% que transfiere el gobierno estatal a la preparatoria privada, el otro 50% lo proporciona esa misma escuela; y las familias aportan los gastos de útiles, uniformes y transporte.[16]
Según las autoridades, este gasto es diez veces más barato que invertir en construcción de planteles. Debido a que la enorme demanda observada desde 2011 es considerada como un fenómeno que tenderá a descender, según los pronósticos estadísticos de la autoridad educativa. La beca solidaria, en este sentido, se convierte en una inversión a corto plazo, de allí que no se vea la necesidad de construir más planteles, como así lo había prometido el gobernador actual, al asumir su cargo en 2013. Esta disminución en la demanda se observa en el siguiente pronóstico de matrícula en EMS elaborado por el SEE:
Ciclo escolar | Matrícula |
2015-2016 | 143,559 |
2016-2017 | 160,008 |
2017-2018 | 163,117 |
2018-2019 | 160,087 |
2019-2020 | 150,043 |
2020-2021 | 146,785 |
Fuente: Gobierno del Estado de BC. Sistema Educativo Estatal. Cifras estadísticas. Ciclo 2015-2016.
Estas cifras son muy reveladoras, porque puede vislumbrar que dentro de cinco años, si partimos del supuesto de que la demanda sea un poco mayor en 2020-2021 a la de 2015-2016, la cobertura podría seguir siendo similar a la actual que es de 74.7%. En 2020, la burbuja educativa se habrá difuminado, no así otros factores cuyo pronóstico está sujeto a contingencias nacionales e internacionales, como lo es la migración y la persistencia del discurso de la gratuidad de parte de las autoridades.
Por parte de los padres y madres de familia, hay quienes afirman que las opciones brindadas para EMS no son las más adecuadas. La problemática más señalada es la asignación de los jóvenes en planteles retirados de su zona de residencia, o los altos costos del transporte colectivo. O, ante la Prepa en Línea, los padres no se sienten preparados para apoyar a sus hijos por falta de conocimiento.[17]
En cuanto a la disponibilidad de información es importante advertir que los indicadores educativos del estado aún no permiten conocer los datos sobre rezago, deserción y acceso a la EMS del periodo 2015-2016. Y, los datos más específicos acerca de las preparatorias privadas que participan en el esquema de educación pública-privada, así como los términos en que el gobierno del estado otorga el 50% correspondiente a inscripción y colegiaturas, no se encuentra disponible como información pública; lo cual evidencia la falta de transparencia en el uso de los recursos presupuestales.
Para reflexionar
Cuando las autoridades del gobierno de Baja California consideran como un logro que este estado sea el primero en ofrecer la EMS de manera gratuita, además de obligatoria, lo que vienen haciendo más bien es normalizar discursivamente un extraño concepto de “educación pública-privada”, bajo el argumento de que de esa forma atienden la gran demanda de jóvenes por cursar EMS, y conseguir que en 2018 la cobertura en este estado alcance el 80%. Aun cuando para ello trasladen recursos públicos hacia el sector privado y abran el camino hacia procesos de privatización.
Un análisis sobre el problema de la privatización educativa, y la forma en que el Estado se va desentendiendo sobre la gratuidad de la educación, ha sido planteado por dos académicos de la Universidad de Zaragoza, Bernal Agudo y Lacruz (2012), en relación con la privatización de la educación en España, y alumbra sobre el caso de las estrategias que se vienen desplegando para el caso de la educación media superior en Baja California:
“La privatización que se está imponiendo en la educación pública tiene dos tendencias diferenciadas: privatizaciones visibles/exógenas y privatizaciones encubiertas/endógenas. Dentro de la primera tendencia, que engloba las medidas más rápidamente perceptibles, hay prácticas como la financiación de escuelas privadas, la subcontratación de colegios o la externalización de servicios escolares (comedor, transporte, actividades extraescolares (…). La segunda tendencia hace referencia al conjunto de medidas que forman parte de un proceso menos evidente y que van en la línea de instalar en la sociedad la asociación entre prácticas privadas y eficacia por un lado, y prácticas públicas e ineficacia por otro. (…) De este modo, la educación pública está pasando de ser un bien público al servicio del conjunto de la sociedad, a ser un bien privado al servicio de las personas con más recursos, los empresarios y la economía. Esta estigmatización creciente de la educación pública conlleva que pase de ser un mecanismo de cohesión social e integración a ser un mecanismo de exclusión y perpetuación de las desigualdades”.[18]
Lo que manifiestan los padres y madres de familia respecto de la lejanía de los planteles privados y el problema del transporte, así como la carencia de recursos tecnológicos para apoyar a los hijos en los modelos de educación en línea, pone de manifiesto que las decisiones burocráticas-políticas no consideran de manera suficiente las necesidades y situación de los usuarios de los servicios educativos.
Sin embargo, en la medida que exista disponibilidad de los indicadores educativos que muestren los resultados de las estrategias arriba mencionadas; y se transparente el acceso de la información de los convenios con escuelas privadas, se podrá conocer cuánto se ha avanzado a partir de la obligatoriedad y gratuidad para el abatimiento del rezago escolar y la deserción de los jóvenes a los estudios de EMS, y conocer si el Estado ha cumplido con el mandato constitucional de proporcionar servicios educativos de calidad y de allí poder construir y pensar nuevas alternativas para garantizar la obligatoriedad y gratuidad de la educación verdaderamente democráticas.
[1] Decreto por el que se reforman los artículos 3º, 4º, 9º, 37, 65 y 66; y se adicionan los artículos 12 y 13 de la Ley General de Educación. Diario Oficial de la Federación, 10 de junio de 2013. Consultado en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5301832&fecha=10/06/2013
[2] Lechuga, Guzmán y Téllez (2013). La obligatoriedad del bachillerato: límites, alcances y cero rechazados en educación media superior. Ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de Transformación Educativa. Tonatico, Estado de México. Consultada en: http://www.transformacion-educativa.com/congreso/ponencias/172-educacion-obligacion.html
[3] Rodolfo Alfredo Tuirán, secretario de Educación en funciones. En http://www.proceso.com.mx/297757/decreta-calderon-bachillerato-obligatorio-aunque-sin-escuelas
[4] Presidencia de la República, Anexo estadístico del Cuarto Informe de Gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Consultado en: http://calderon.presidencia.gob.mx/multimedia/biblioteca-digital/informes-de-gobierno/
[5] Miguel Székely (2010). Avances y transformaciones en la educación media superior. En Alberto Arnaut y Silvia Giorguli (coords.) Los grandes problemas nacionales. Tomo VII Educación. México: El Colegio de México, pp. 314-336 .
[6] Lechuga, Guzmán y Téllez, 2013.
[7] Lechuga, Guzmán y Téllez, 2013.
[8] http://www.decidetusestudios.sep.gob.mx/
[9] Aprobación de la reforma al artículo 7 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California. Periódico Oficial del Estado de Baja California, núm. 34, tomo CXVIII, 15 de julio de 2011. En http://www.bajacalifornia.gob.mx/portal/gobierno/periodico_indice.jsp
[10] Milenio.com, 12/03/2014. Consultado en http://www.milenio.com/region/crisis-prepas-BC-gratuidad-superior_0_260973985.html
[11] Milenio.com, 12/03/2014. Consultado en http://www.milenio.com/region/crisis-prepas-BC-gratuidad-superior_0_260973985.html
[12] Gobierno del Estado de Baja California. Sistema Educativo Estatal de Baja California. Principales cifras estadísticas. Ciclo escolar 2015-2016. Consultado en http://www.educacionbc.edu.mx/publicaciones/estadisticas/
[13] Gobierno del Estado de Baja California. Sistema Educativo Estatal de Baja California. Principales cifras estadísticas. Ciclo escolar 2015-2016. Consultado en http://www.educacionbc.edu.mx/publicaciones/estadisticas/
[14] Según un reportaje de Hamlet Alcántara y Jorge Heras titulado “Gobierno pone curita a demanda educativa”, se señala que en 2006 se llevó a cabo una reforma que amplió el requisito de edad para iniciar la educación básica, permitiendo que los menores con 6 años cumplidos al mes de diciembre, y no en septiembre, ingresaran a primer año de primaria. La Jornada de Baja California, 24 de agosto de 2015. Consultado en http://jornadabc.mx/tijuana/24-08-2015/gobierno-pone-curita-demanda-educativa-0
[15] La autoridad educativa hace referencia al flujo migratorio, pero no señala las cifras. En las fuentes académicas y oficiales no existen datos o estimaciones relativas a la migración interna e internacional de jóvenes entre 15 y 17 años y en qué grado está impactando en la demanda de EMS.
[16] La Jornada, 1/09/2015. Consultado en http://jornadabc.mx/tijuana/01-09-2015/senalan-falta-de-planeacion-en-oferta-de-educacion-media-superior-gratuita
[17] Periódico Frontera, 24/08/2015. Consultado en: http://jornadabc.mx/tijuana/24-08-2015/gobierno-pone-curita-demanda-educativa-0
[18] José Luis Bernal Agudo y Juan Lorenzo Lacruz (2012). La privatización de la educación pública. Una tendencia en España. Un camino encubierto hacia la desigualdad. En Profesorado. Revista de Curriculum y Formación de Profesorado, vol. 16, núm. 3, sept-dic. Consultado en http://www.ugr.es/~recfpro/rev163ART5.pdf