Sandra Leticia Reyes Alvarez*
Para pocos ya es noticia las problemáticas, las discusiones, las posturas, las carencias y dolencias que ha traído la Pandemia del Coronavirus (COVID-19) a casi la totalidad del mundo y en particular a nuestro país. Para muchos otros es bien sabido que los problemas, así como el dinosaurio, estaban allí desde hace mucho tiempo y que se nos han hecho más evidentes e incluso se van a exacerbar en grados insospechados, sino es que ya a miles los ha arrojado a una incertidumbre mayor de la que antes los rodeaba. Es algo así como, no puede ser peor -eso está por definirse- pero los pronósticos no son muy alentadores, sin embargo, mi intención no es tanto analizar lo que pasa o lo que sucederá luego de la pandemia de manera general, ni siquiera alcanzo a percibir cada efecto, positivo o negativo- que esto ha causado en la población mexicana ni a escala global, una pretensión así sólo reflejaría una pedantería sinsentido. Lo que quisiera hacer es abordar una cuestión que se ha desplazado -como tantas otras, pues no es la única problemática que ha sido sacrificada- del espacio público, pues la pandemia es el centro de atención. Me refiero a la educación, aunque aquí podría señalar muchas otras situaciones y problemáticas que han estado presentes y que persisten en el sistema educativo mexicano, lo que quiero compartir, es una suerte de análisis y propuesta mínima y general, para evitar agudizar la ya de por sí, crítica situación de la educación en México.
EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE CONTINGENCIA SANITARIA
Ante la extensión de la contingencia sanitaria por el COVID-19Mx hasta el día 30 de mayo del 2020 -por el momento, aunque todo apunta a una posible extensión- la Secretaría de Educación Pública (SEP), por medio del Secretario de Educación Esteban Moctezuma y al parecer sin una consulta directa a los principales agentes educativos -docentes, estudiantes y padres de familia- ha dispuesto la continuación[1] del ciclo escolar a distancia y a través contenidos educativos vía radio y televisión, así como mediante plataformas digitales.
En ese cariz, es necesario, hoy más que nunca, que la SEP preste ojos y oídos para atender a los contextos educativos tanto de las y los docentes, como de las y los estudiantes, de lo contrario, la continuación del ciclo escolar será poco efectiva e excluyente y sobrecargada, principalmente para quienes no tienen acceso[2] a las modalidades de educación a distancia que la SEP ha dispuesto ante la contingencia sanitaria.
Quienes trabajamos en el sector educativo mexicano, somos conscientes de las diferencias y dificultades que los contextos de nuestros estudiantes tienen respecto a su formación escolar. Esto es algo harto reconocido por las y los profesores, no obstante, la actual contingencia sanitaria, que llevó a la decisión de promover y desarrollar la educación a distancia -en la mayoría de casos de forma improvisada, en parte debido a la falta de condiciones materiales, de una estrategia clara y comunicada oportunamente, la falta de habilidades tecnológicas y digitales, tanto de docentes como de estudiantes, y mayormente, por la falta de empatía y comprensión de la SEP ante una situación tan aguda, principalmente para un país en condiciones de una tremenda desigualdad social, económica y cultural- enfatiza aún más, atender cuidadosa y adecuadamente, los contextos de docentes y estudiantes mexicanos, en todos los niveles educativos.
APRENDIZAJE SÍ, PERO ALGO MÁS
Para la mayoría de las y los docentes, y de las autoridades educativas -me refiero aquí específicamente a aquellos que se comprometen y críticos, no a quienes justifican sus malas prácticas y actitudes, en las condiciones precarias que el sistema educativo nos tiene- es un hecho la importancia que el conocimiento tiene para las y los estudiantes, incluso, y quizá con mayor razón, ante una situación tan crítica como la Pandemia por COVID-19. Sin embargo, al optar por dar continuidad al ciclo escolar, resulta inevitable cuestionarse la pertinencia, las dificultades y los posibles resultados que dicha continuación tiene o tendrá a corto y largo plazo, no porque sea algo negativo dar seguimiento, sino porque en el transcurso de las actividades escolares, se deben tomar en cuenta las distintas problemáticas que ya existían desde hace tiempo, y que, ante la contingencia sanitaria, se hacen más graves. Por ello, es vital que de forma conjunta y situándose en las problemáticas y los contextos específicos de nuestros docentes y estudiantes, se generen estrategias académicas que permitan lograr los aprendizajes esperados de forma efectiva, sin que ello implique negar o minimizar las condiciones de nuestra realidad actual.
PROBLEMÁTICAS
A continuación, presento lo que considero las seis problemáticas más generales y relevantes para reflexionar y analizar, y de ese modo, actuar adecuadamente en el seguimiento del ciclo escolar.
En primer lugar, además del reconocimiento sobre el acceso que las y los estudiantes y sus profesores tienen a los medios para llevar a cabo la educación a distancia, es necesario realizar acciones concretas que permitan paliar, de manera inmediata, esta problemática. No se trata únicamente de los equipos (T.V., computadora, radio, teléfono celular inteligente, tableta, etcétera), sino de servicios básicos como agua, luz eléctrica, red telefónica, servicios de internet (públicos/privados), entre algunos otros.
En segundo lugar, la economía familiar actual de docentes y estudiantes. Es posible que un porcentaje considerable de las familias mexicanas esté padeciendo las consecuencias económicas de la contingencia, por ejemplo, que la o el proveedor principal de la familia, se quedara sin empleo[3], sin salario, o con la mitad de su ingreso, lo que inevitablemente afectaría a estudiantes y docentes. También es posible, que, ante las dificultades económicas, las familias de estudiantes o docentes se vieran obligadas a trabajar informalmente o improvisar una forma de conseguir su sustento. Cabe la posibilidad de que incluso perdieran su casa, sobre todo si no era propia, entre otras situaciones más.
En tercer lugar, la situación de salud de las familias de estudiantes y docentes. Al tratarse de una contingencia sanitaria, cuyo agente viral es altamente contagioso y sus efectos no son visibles en por lo menos 14 días, es posible que al menos algún miembro de la familia de estudiantes y profesores, haya contraido y desarrollado la enfermedad, lo que impediría continuar con sus actividades escolares.
Si a esta situación le sumamos que, a pesar de tener acceso a la salud pública -los docentes, cuentan con la cobertura del ISSSTE y los estudiantes, tienen cobertura por parte del IMSS- el sistema de salud público mexicano tiene y ha tenido desde hace muchos años innumerables deficiencias[4], que han llevado a muchos derechohabientes a hacer uso de servicios de mejor calidad, muchos de éstos tal vez del sector privado, y que dada la pandemia del COVID-19, dichas deficiencias se exacerban, dificultando aún más el acceso a servicios de salud de calidad y por ende el posible desarrollo académico de estudiantes y profesores.
En cuarto lugar, respecto al punto anterior, podría darse el caso que algún familiar de las y los estudiantes o de las y los docentes, cuando no ellos mismos, falleciera, debido al COVID-19 o bien por alguna otra enfermedad o situación, pero que, dada la contingencia sanitaria, y la problemática económica nacional, agudice las precarias condiciones familiares, tanto en lo económico como en lo emocional, impidiendo así seguir con sus actividades escolares.
En quinto lugar, el problema de la violencia intrafamiliar y de género[5]. Esta situación no descansa ni se detiene durante la contingencia, ya hay cifras alarmantes sobre violaciones y feminicidios. Estas problemáticas no son exclusivas de nuestros estudiantes, quienes tal vez la padecen desde hace años, y ahora, con el encierro inevitable, se han agravado. Es posible también que las y los docentes tengan situaciones de ese tipo y no tomar en cuenta este asunto, al tratar de dar continuidad a la formación escolar, sería una desconsideración y desinterés muy reprochable a las autoridades educativas federales.
En sexto lugar y no por eso menos importante, la salud mental[6] de estudiantes, docentes y padres de familia o tutores. Ha sido muy comentado que el aislamiento preventivo dispuesto por las autoridades de Salud Pública, aunque necesario, trae como consecuencia el desarrollo y la agudización de padecimientos mentales tales como la ansiedad, la depresión, el insomnio, entre algunos otros. Es posible que todos los habitantes de nuestro país, sin importar edad, clase social, sexo o género, hayan presentado al menos en una ocasión, este tipo de padecimientos, tal vez porque ya los tenían o bien, derivados de la sobrecarga de información, la falta de certeza (económica y de salud), las condiciones y estilos de vida (contar con bienes y servicios suficientes y propios, medios de subsistencia necesarios, vida libre de violencia, etcétera). Cada una de estas situaciones serían impedimentos suficientes para la continuación óptima del ciclo escolar, y si no son tomados en cuenta por las autoridades educativas, docentes, estudiantes, padres de familia, etcétera, el seguimiento resulta inútil.
ESTRATEGIAS SEGUIMIENTO
Una vez identificadas las problemáticas y cómo funcionan, de manera general en los contextos específicos de nuestras distintas comunidades escolares, qué estrategias podemos seguir para continuar el ciclo escolar en medio de la contingencia sanitaria.
Un primer aspecto, es hacer del conocimiento de las autoridades educativas inmediatas, y por supuesto de la Secretaría de Educación Pública, las distintas problemáticas y situaciones que podrían impedir o dificultar el seguimiento de las actividades escolares a distancia.
Un segundo punto que tratar es que, en la medida de lo posible, la SEP misma -con ayuda de otras instancias gubernamentales-, provea de los recursos necesarios para poder sobrellevar las dificultades e impedimentos que la población estudiantil mexicana enfrenta ante la contingencia y con la disposición de educación a distancia, esto claro si están decididos -y la exigencia de evidencias indica que así es- a continuar el ciclo escolar a como dé lugar.
Como tercer punto, es fundamental la claridad y pertinencia en cuanto a las estrategias sobre cómo dar seguimiento al ciclo escolar, en primera instancia con cada una de las autoridades educativas, de todos los niveles y subsistemas existentes, que conforman a la SEP.
Derivado de lo anterior, es necesario que, una vez informadas las autoridades educativas, éstas a su vez, informen y más aún permitan a sus respectivas comunidades docentes, generar sus propias estrategias, tomando en cuenta que los docentes conocen mínimamente los contextos de las y los estudiantes. Es fundamental que al solicitar información a autoridades educativas, docentes y estudiantes, la solicitud sea pertinente, saturar con envíos de información para cubrir con un aspecto administrativo, no sólo carece de sentido, sino que entorpece el proceso y progreso del ciclo escolar, además el énfasis debe estar en lograr mínimamente los aprendizajes esperados, tomando en cuenta las problemáticas surgidas o reforzadas ante la contingencia y no tener la lista de asistencia o el número de evidencias obtenidas, sin duda estos son aspectos que pueden solicitarse, siempre que sean razonables, pertinentes y necesarios.
En ese sentido, y como un cuarto punto, será necesario que los docentes aminoren la carga de trabajo escolar en la medida de lo posible, sin perder de vista los aprendizajes, pero sin dejar fuera las problemáticas que posiblemente impiden a los estudiantes dar seguimiento al ciclo escolar de forma regular. Esto puede lograrse a través del uso de recursos sencillos, que no requieran mucho tiempo el uso de TIC´s, que sean claros y comprensibles a los estudiantes y que les permitan entender los temas que se revisan. También será importante, no solicitar evidencias que sean imposibles de realizar, en tiempos muy estrechos o que requieran materiales difíciles de conseguir. Es importante que las evidencias sean sencillas pero que logren mostrar que las y los estudiantes aprendieron. Sobrecargar de actividades y tareas a las y los estudiantes únicamente entorpecerá su trabajo, y no hay garantía de que demasiadas evidencias, ni de manera general en condiciones educativas regulares, ni de forma particular, ante la contingencia sanitaria, demuestren y desarrollen el aprendizaje.
CONCLUSIONES
Cada una de las problemáticas y de las estrategias propuestas son, por supuesto, generales respecto a la enorme diversidad de la Educación Mexicana, son sólo un intento –sencillo e ingenuo tal vez- de ofrecer algunas alternativas que nos permitan a las y los docentes lograr dar seguimiento al ciclo escolar, colocándonos en una posición de empatía, comprensión, razonabilidad e interés respecto a las vidas de cada uno de nuestros estudiantes y docentes, y no podemos ni debemos permitirnos concentrarnos únicamente en el conocimiento y aprendizaje académico, sino que, a través de éstos logremos estrechar lazos de comunidad, compartir nuestras experiencias, los temores, las expectativas, y quizá hasta nuestras esperanzas y las proyecciones hacia el porvenir. La clave es que al tomar en cuenta las problemáticas y aplicar estrategias adecuadas, logremos hacer que el conocimiento y el aprendizaje permitan vincular algo más que las actividades escolares, que nos ayuden a conectar nuestras ideas y hagan surgir otras y nuevas formas de convivencia, de pensar, de actuar, de sentir, ya sea en momentos de crisis o fuera de ella.
[1] Clases en línea permitirán cumplir con el ciclo escolar. MVS noticias. [18/04/2020] Disponible en [https://mvsnoticias.com/noticias/nacionales/clases-en-linea-permitiran-cumplir-con-el-ciclo-escolar-sep/]
[2] Sólo 30% de los estudiantes de la SEP tienen acceso a Internet. SDP noticias. [16/042020] Disponible en [https://www.sdpnoticias.com/nacional/alumnos-sep-acceso-a-internet-inegi-clases-en-linea-aprende-en-casa.html]
[3] Desempleo en México no tendrá precedentes: UBS. Aristegui noticias. [13/04/2020] Disponible en [https://aristeguinoticias.com/1304/lomasdestacado/el-desempleo-en-mexico-no-tendra-precedentes-ubs/]
[4] Coronavirus en México: la enorme crisis del sistema de salud que complica al país atender la pandemia del covid-19. BBC noticias. [14/042020] Disponible en [https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51923474]
[5] México abandona a las mujeres violentadas en esta contingencia. Washington Post. [13/04/2020] Disponible en [https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2020/04/13/mexico-abandona-las-mujeres-violentadas-en-esta-contingencia/]
[6] Salud mental, nutrición y resiliencia: así puede afectar el encierro a los niños en México. Animal Político. [18/04/2020] Disponible en [https://www.animalpolitico.com/2020/04/salud-nutricion-encierro-ninos-mexico/]
*Filósofa y profesora