El día en que la tecnología nos alcanzó: El COVID-19 y Aprende en casa

Ana Magdalena Solís Calvo*

Tras el cierre obligado de las escuelas, el pasado lunes 20 de marzo inició de parte de la SEP un esfuerzo emergente por continuar la tarea educativa, a través del programa Aprender en casa. Basado principalmente en la cobertura que la televisión tiene en los hogares mexicanos para hacer llegar actividades sobre los contenidos curriculares. Además con el fin de abarcar las condiciones de desigualdad de las regiones y grupos más vulnerados se contempla su difusión por otros medios como son internet, radio y para las comunidades más lejanas cuadernillos.

La extensión de este artículo no me permite detenerme a revisar de manera profunda los problemas y deudas históricas que se tienen con la gente y las regiones más pobres en cuestiones de educación, solo mencionaré que la desigualdad educativa, la falta de cobertura en términos de acceso y conectividad;  así como la carencia de habilidades de estudiantes y docentes en cuestiones del uso de la tecnología, el rezago educativo de los pueblos originarios, el olvido de la educación especial e indígena,  la carencia de condiciones para aprender en situaciones de riesgo y violencia;  son algunos de factores que a raíz de la pandemia y el confinamiento obligado; parecen rebasar los incipientes esfuerzos de atención a los niños, niñas y jóvenes de educación básica y media superior impulsados por las autoridades educativas  federales y estatales. 

Los ejemplos que utilizaré en esta ocasión, son una suerte de mosaico ilustrativo, requieren evidentemente de rigor analítico, sin embargo me aventuraré a compartirlos con algunos comentarios que hasta ahora van marcando ruta para reflexiones teóricas más serias que continuaré trabajando. 

Son fragmentos de las opiniones, experiencias y reacciones que a lo largo de la primera semana de haber iniciado Aprender en casa recogí de algunas redes virtuales de comunicación, popularmente usadas: Facebook, Twitter e Instagram, son publicaciones de padres de familia, docentes y autoridades. Todo esto con la intención de compilar material para investigación, sobre este momento único en el que somos participantes involuntarios.

Iniciaré por publicaciones posteriores al aviso oficial del programa Aprender en casa.

En esta publicación de CONAFE Aguascalientes en su cuenta oficial, se observa en las imágenes, que sin importar las condiciones económicas las madres de familia acompañan a sus hijos en sus aprendizajes, a través de los contenidos que Aprende en casa les proporciona.

Llama la atención en esta comunicación el estereotipo de género que se proyecta por medio de las imágenes utilizadas. Reproduce la idea socialmente aceptada que la madre es la única responsable de los cuidados y la educación de los hijos en el hogar. Rita Segato, Silvia Federicci entre otras feministas han señalado la falta de cuidado de las autoridades del sector gubernamental en la reproducción y difusión de estereotipos en campañas informativas con implicaciones sociales. 

La propuesta sería, utilizar imágenes que alienten a compartir las tareas del cuidado de la familia, esto en beneficio de la distribución de la carga del trabajo que ahora la domiciliación de la labor escolar está agregando a las responsabilidades domésticas; las cuales desde el modelo patriarcal históricamente recaen sobre las mujeres, además de las labores de desempeñan fuera del hogar para sostener la economía familiar.

 

Por un lado las autoridades alientan a la población a confiar en los aprendizajes que llevará  Aprende en casa a sus hijos, sin embargo en respuestas de usuarios de Twitter se observa la reacción de la población al conocer cómo se hará llegar este programa a los niñas, niños y jóvenes del país.

La innegable desigualdad del país se evidencia con esta publicación,  Chiapas ocupa el primer lugar en rezago educativo. Datos del INEGI (2018) indican que el 13.8 % de la población de ese estado a partir de 15 años, no ha iniciado o concluido su educación primaria o secundaria, seguido por Oaxaca con 10.9 % y Guerrero con 10.8 %. Debido a contextos geográficos de difícil acceso a los recursos tecnológicos, carencias de todo tipo en las escuelas más retiradas de las zonas urbanas y los desafíos que representa atender alumnos en escuelas multigrado, comunitarias, la mayoría pertenecientes a educación indígena, son los aspectos multifactoriales que se agravan ante la contingencia sanitaria. 

 

A pesar de los esfuerzos que representa para las autoridades de la SEP, considerar diversas formas de difusión del programa; durante la primera semana los usuarios, tanto docentes como padres de familia y alumnos, comenzaron a buscar la forma de tener acceso a los recursos que se pusieron a su disposición enfrentaron disímiles fallas técnicas. Desde la falta de señal de televisión en algunas zonas conurbanas, desconocer en qué canal o canales pasan el programa debido a que la señal abierta no tiene cobertura en muchos lugares y solo se puede tener acceso por servicios privados de cable; así también la inexperiencia en conexión vía internet o confusión en la búsqueda de los recursos para tener acceso al programa, son algunas situaciones que se presentaron a lo largo de esta primera semana de transmisión.

Estas publicaciones comparten los problemas a que los usuarios se están enfrentando. Las poblaciones que no cuenta con recursos mínimos, como la luz eléctrica, pertenecen al sector de la población con mayores niveles de rezago educativo, perteneciente al ya señalado 51. 2 % de mexicanos que vive en pobreza. 

Otros sectores poblacionales tienen que vencer las cuestiones de acceso a los medios tecnológicos para poder conectarse, la conectividad y el acceso no se garantiza con el solo hecho de contar medios tecnológicos. Es decir, puedo contar con una televisión, sin embargo la señal abierta en la zona geográfica dónde vivo es débil y eso me impide ver el programa. También es posible que pueda contar con una computadora y conexión a internet, pero no es garantía de saber utilizar los recursos correctamente para ingresar y acompañar a mi hijo en su aprendizaje. 

Los más afortunados requieren de paciencia para no desalentarse, a pesar de los contratiempos técnicos. Cómo no localizar la transmisión o la liga correcta en internet.

Es importante señalar que hasta el momento no se advierte en el programa Aprende en casa,  cómo se atenderá a los estudiantes de Educación especial e Indígena (se tienen contemplados programas en lenguas originarias pero no en todas). En este sentido la última publicación de Twitter compartida al final del bloque de ejemplos anteriores, señala escasez de actividades para ciertas necesidades de aprendizaje especial. Además los docentes están preocupados porque los contenidos que se transmiten por televisión no corresponden al trimestre en curso, causando confusión entre padres y alumnos.

Más allá de que estos ejemplos muestren críticas a un esfuerzo emergente en fase inicial cómo lo es en este momento Aprende en casa, considero dan un panorama multifactorial para tomar decisiones urgentes en beneficio de la atención a necesidades de los estudiantes y los padres de familia quienes en este momento enfrentan la desestabilización social, económica y emocional a consecuencia de la pandemia mundial que atravesamos. 

Precisamente la última publicación que presentaré a continuación, da pauta para detenernos a reflexionar sobre el tipo de actividades que Aprende en casa, transmite con base en los contenidos curriculares de los programas de acuerdo al grado y nivel educativo, sin tomar en cuenta la situación de contingencia emocional en el estado excepcional en el que vivimos. Este ejemplo da cuenta de las actividades que los alumnos de preescolar toman a las 7 de la mañana. Debido a las quejas de los padres de familia con respecto al horario, el programa para este nivel educativo se retransmite a las 3 de la tarde. 

El tema de los horarios también muestra ciertas dificultades, si el hogar cuenta con una sola televisión, o cuáles otras alternativas se brindan para padres de familia trabajadores que no pueden acompañar a sus hijos en el horario de su jornada escolar, en caso de carecer de otro adulto que pueda hacerlo. En fin, está fue la respuesta de una madre ante las tareas del primer programa de preescolar.

Esta es la experiencia de una jefa de familia, que se desempeña profesionalmente como policía federal. Comparte a través de las redes virtuales su desesperación ante la cantidad de actividades que el programa de televisión inicial (20 de abril) Aprende en casa, dejó para su hija de 3 años, integrante de primer grado de preescolar de un jardín de niños público. Se puede apreciar que el listado de las primeras actividades hasta la numerada con el 5, son actividades que estimulan la oralidad en familia. Posteriormente la actividad 6 implica ciertos conocimientos de parte de la persona adulta que acompaña al preescolar, al pedir que se realice un dibujo cubista. Además de requerir materiales que en los hogares con situaciones económicas difíciles pudiera ser complicado que se tuvieran a mano, requiere tiempo para investigar y fuentes de acceso para hacerlo. Es complicado para las familias de contextos vulnerados contar con recursos tanto materiales, tecnológicos y de conocimiento para acompañar a los preescolares en la realización de esta actividad. 

La presión de cumplir con los contenidos del currículum es un aspecto que en lugar de facilitar la tarea de acompañamiento del aprendizaje en casa, provoca angustia sobre esta madre de familia que insiste en saber qué es lo que hace su hija en la escuela, porque la interminable cantidad de actividades para realizarse en las tres horas que dura la jornada habitual en que su hija asiste a la escuela, le parece imposible que pueda realizarlas. Esperamos que los diseñadores de la estrategia evalúen la pertinencia y cantidad de actividades cuidando su implementación. Es indiscutible y necesaria la diferencia entre generar aprendizajes y dejar actividades, este deberá de ser el principio y el fin pedagógico de Aprende en casa. Habrá que recordar también a los docentes, quiénes evaluaran la carpeta de experiencias de sus estudiantes, ¿exigirán a los padres de familia cumplir con todas las actividades del programa de televisión para obtener la acreditación del presente ciclo escolar? 

No obstante, encontramos en las redes virtuales otras publicaciones que comparten experiencias positivas, es el caso del siguiente ejemplo que ilustra la forma en que una profesora alienta a estudiantes, padres de familia y otros docentes. El ánimo por continuar a pesar de las condiciones que se tienen infunda esperanza.

El momento de excepción que estamos viviendo en el mundo amalgamó el espacio doméstico y la escuela, la vida cotidiana no se ha detenido. Al contrario, estamos coptados, entre la pérdida y la emergencia. La privacidad del hogar de cierto modo es invadida por lo escolarizado y la autonomía del espacio escolar quedó reducida, además de que el acompañamiento en la adquisición de contenidos es ahora responsabilidad de las familias. 

En está última publicación,  en el recuadro inferior derecho. El comentario de quién escribe da cuenta del cohabitar entre vestir uniforme y tomar clase frente al televisión en la sala de mi casa. ¿Qué tanto suma estar uniformado y peinado para aprender? En este momento solo puedo pensar que permite no soltar lo cotidiano, conservar la rutina y no perderse en el caos. 

La necesidad de conservar el ritmo de la vida como hasta ahora lo conocemos, impulsa a no permitir que los niños se queden sin escuela. Sin embargo,  también es interesante pensar qué otras cosas pueden aprender en casa y cómo esta situación obliga a fusionar el mundo de la escuela y el mundo exterior. 

Otra alternativa conveniente sería que en lugar de pensar en un programa nacional poco cercano a muchas realidades de la población del país, las autoridades de la SEP podría ser confiar en experiencia y conocimientos de los docentes para que sean ellos los que tomen decisiones sobre cuáles son las mejores alternativas para continuar favoreciendo los aprendizajes de sus alumnos. Ellos conocen sus necesidades y son quiénes pueden decidir de forma más cercana cómo continuar acompañándolos. 

Aprende en casa puede también ofrecer otro tipo de actividades, retomar estrategias pedagógicas de la llamada escuela activa, “escuela para la vida mediante la vida”, con base en algunos teóricos como Decroly, Montessori, Freinet o Freire. Pedagogías de la experiencia que retoman la vida cotidiana, a través de centros de interés, trabajo y texto libre, proyectos de aprendizaje, entre otras formas de concebir la enseñanza y el aprendizaje. Estrategias más cercanas al momento de excepción y a las condiciones desiguales que habitamos en una nación como la nuestra.

*Estudiante de doctorado en Ciencias Sociales y Humanísticas en el Centro de Estudios Superiores de

México y Centroamérica y la Universidad de Alicante.

Candidata a socia COMIE

nytasolis@gmail.com 

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