El magisterio venezolano y su lucha por las reivindicaciones de los profesionales de la docencia (Parte I)

Gilberto Enrique Resplandor Barreto

CIEPV.UCABG

 

Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902-1993), fue uno de los más importantes maestros venezolanos del siglo XX. Ferviente luchador por los derechos del pueblo, dedicó su vida a democratizar y humanizar la educación venezolana.  Para él la educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria.  Tuvo  una destacada labor como pionero del gremialismo; en tal sentido, en 1932 fundó la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria, y en 1936 la Federación Venezolana de Maestros (FVM), como una nueva forma de protagonismo en la lucha por conformar un régimen laboral acorde con el elevado propósito de la actividad docente, dando luz a la vida de la organización gremial del Magisterio Venezolano que se convirtió en ductora y guía de las luchas de los docentes por mejores condiciones de vida para contribuir a mejorar la calidad de la educación y la situación de los niños y jóvenes venezolanos.,  (1), (2)

En la década 1958 a 1968, surgen varias organizaciones del magisterio venezolano: el Colegio de Profesores, el Colegio de Licenciados en Educación y el Colegio de Peritos y Técnicos. Por fraccionamiento de la FVM, se funda FETRAENSEÑANZA. 

En el año 1965, la FVM se registra como Asociación civil, adquiere personalidad jurídica y se le concede la potestad de crear Seccionales, Subseccionales y Células Gremiales en todo el país. Se propició entonces la aparición en todo el territorio nacional de los Sindicatos Venezolanos de Maestros Estadales y Municipales, Las Delegaciones Sindicales Municipales, Las Delegaciones del Centro de Trabajo y Los Delegados Sindicales de Centros de Trabajo.

Durante la realización de la XXI Convención Nacional de la FVM (1969), se tomó la decisión de declarar a la organización como Central Sindical de los Trabajadores de la Educación, esto significó una transformación profunda en la concepción de sus propósitos porque las acciones reivindicativas se tornaron más intensas y determinantes. Esto quedó demostrado en la reacción del gremio a la promulgación de la recién creada Ley de Carrera Administrativa por parte del Ejecutivo Nacional, que otorgaba a los empleados públicos la iniciativa de crear sindicatos pero sin derecho a huelga ni a tener Contratación Colectiva. Estas  convenciones fueron puntal de lucha por el mejoramiento de las condiciones de trabajo de los docentes y, en particular, de su régimen laboral

La aprobación de la mencionada Ley, ocasionó un gran debate nacional acerca de si los trabajadores de la enseñanza eran o no funcionarios públicos. Esta discusión no fue obstáculo para que desde las acciones sindicales de la FVM se declarara la primera Huelga Nacional del Magisterio que logró que se firmara la Primera Acta Convenio que regula las condiciones de trabajo de los docentes, obteniéndose de esta manera el mejor aumento salarial logrado por el magisterio hasta la fecha, creando de forma irreversible la posibilidad de contratar con el Ministerio de Educación. En esta acción sindical participaron las demás organizaciones sindicales, agrupadas en el Comando Nacional Intergremial y de los Comandos de Conflicto ya en existencia en todo el territorio nacional.

El 14 de noviembre de 1980, la FVM se registra como Central Sindical, adquiere personalidad jurídica y propicia en el interior del país los sindicatos regionales. Al dejar de ser una Asociación Civil, figura que la identificó por más de 40 años, se adjudica el derecho a la presentación, discusión y aprobación de Contratos Colectivos; al derecho a huelga, al conflicto y demás mecanismos previstos por la Ley del Trabajo y al fuero sindical o amparo y protección de sus dirigentes.

Para abril de 1986, tras la realización de más de 10 huelgas nacionales y más de 100 huelgas regionales, se firmó un Acta Convenio de Condiciones de Trabajo y el Primer Contrato Colectivo Nacional de los Trabajadores de la Educación, el cual fue suscrito por siete organizaciones docentes. (3).

A la fecha y a modo de resumen, se puede afirmar que las luchas históricas del magisterio organizado se compendian en estas conquistas: tesis del Estado docente; educación laica y científica; libertad de cátedra y estabilidad profesional, las cuales alcanzaron su viabilidad al ser incorporadas al cuerpo legal del país y a la praxis social, por ser parte íntima del proceso histórico democrático, el cual se ha cumplido de manera continua, excepto durante el lapso 1948-1958, cuando las conquistas democráticas fueron objeto de regresión por parte de quienes desconocieron el poder legítimo. Ahora bien, ese proceso democrático ha coincidido con un amplio intervencionismo del Estado en la vida social, lo que ha hecho posible la existencia de una vasta educación pública, y el hecho cierto de que el régimen laboral de docencia por excelencia ha sido conquistado y formado en los espacios de la Administración Pública. (4)

 

Bibliografía

  1. Biografías. Contemporánea: etapa democrática. Luis Beltrán Prieto Figueroa. https://www.venezuelatuya.com/biografias/prieto_figueroa.htm
  2. BlogEcuRed. Biografía dLuis Beltrán Prieto Figueroa Disponible en: “www.venezuelatuya.com 
  3. Rivas Casado, Eduardo. (2003). Luis Beltrán Prieto Figueroa: Paradigma del Educador Integral. Investigación y Postgrado18(2), 193-223. Recuperado en 14 de abril de 2020, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872003000200009&lng=es&tlng=es.
  4. Arciniegas, Orlando.  (s.f). Visión Histórica del Régimen Laboral de la Docencia en Venezuela. http://servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/a3n5/3-5-13.pdf
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