Escuelas locales, efectos globales: Los retos de México hacia el cumplimiento del ODS 4

En abril de 2020, 190 países habían cerrado sus escuelas con el objetivo de contener la pandemia por COVID 19, afectando a cerca de 1600 millones de niños y jóvenes, el 91 % de los estudiantes en todo el mundo.[1] En México, al 31 de marzo,  alrededor de 25.4 millones de alumnos y 1.2 millones de maestros en más de 226 mil escuelas públicas y privadas de educación básica, habían cerrado sus puertas.[2] Esta situación amenaza el cumplimento de los derechos a la educación de millones de niñas, niños y jóvenes del mundo. A esto se suman los retos educativos que, a nivel global, ya se enfrentaban con anterioridad a la pandemia. En materia educativa, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS) de la Agenda 2030 colocó en la discusión pública a la educación más allá de la calidad.[3] Se propusieron avanzar hacia una visión de la educación inclusiva, reconociendo los derechos únicos de poblaciones particulares, mientras se destaca el aspecto universal del derecho a la educación. Así, la Agenda 2030 ha intentado replantear la visión instrumentalista de la educación, para entenderla desde el enfoque de derechos.

Los retos para hacer operativo el ODS 4 en políticas nacionales se agravan frente a la epidemia por COVID-19. En este texto, proponemos un breve análisis sobre los retos a los que nos enfrentamos –tomando como base algunas de las metas del ODS 14– para avanzar en su cumplimiento hacia 2030.

Meta 4.1 Para 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos:

  • Diseñar estrategias contextualizadas (en educación remota y apoyo docente) para cerrar las brechas de aprendizaje que pudieron detonarse a partir del cierre temporal de las escuelas.
  • Enfocar los esfuerzos a las poblaciones que enfrentan mayores condiciones de vulnerabilidad: equidad e inclusión.
  • Asegurar que nadie se quede atrás (impedir la interrupción de trayectorias educativas en todos los niveles).
  • Desarrollar soluciones para el aprendizaje a distancia (interacciones, equipo, conectividad, etc.).
  • Diseñar mecanismos para procesos aprendizaje en situaciones de emergencia que combinen mecanismos presenciales y a distancia.
  • Mecanismos emergentes para el monitoreo de las necesidades para el aprendizaje, para la enseñanza y para la planeación educativa.

Meta 4.2 Para 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria:

  • Monitorear, para no perder lo alcanzado hasta hora en la primera infancia.
  • Reforzar políticas integrales para impulsar el desarrollo de la primera infancia.
  • Fortalecer las prácticas docentes y la interacción educativa que impulsen efectos positivos en esta etapa del desarrollo.
  • Diseñar mecanismos para comunicar a las familias la importancia de dar continuidad y fortalecer las acciones de desarrollo en la primera infancia y la educación preescolar.

Meta 4.5 De aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad:

  • Ahora más que nunca, será crucial ir más allá del acceso y atender todas desigualdades que se dan en el ámbito educativo.
  • Contrarrestar los posibles efecto negativo en las niñas y las adolescentes (cargas desiguales de responsabilidades domésticas en las familias, violencia física y agresiones sexuales).
  • Atender a las poblaciones que, por la brecha digital, se quedaron fuera de los esquemas de enseñanza remota.
  • Complementar la política educativa con esquemas intersectoriales que prevean apoyos económicos focalizados en coordinación con otros sectores, como el de salud y el económico.
  • Dar acompañamiento pertinente a docentes y figuras directivas para involucrarlos en garantizar los aprendizajes durante la enseñanza remota en emergencias coo el COVID-19.
  • Desagregar los datos y diseñar metodologías cualitativas que permitan medir el avance en el logro de las metas del ODS 4, y así, dar visibilidad a la importancia de atender a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.
  • Diseñar y poner en marcha campañas intensivas de comunicación para que todas las niñas y las adolescentes regresen a las escuelas después del confinamiento por el COVID-19.
  • Durante la pandemia, se ha hecho evidente la necesidad de contar con aprendizajes para la vida y a lo largo de la vida, como, por ejemplo, fortalecer las habilidades socioemocionales como elemento central de cualquier plan de estudios.

Meta 4.a Construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos

  • Resolver la imperiosa necesidad de provisión de agua en todos los centros escolares.
  • Atender la urgencia de la infraestructura en el marco de emergencias sanitarias y la probabilidad de próximas emergencias: adecuación de baños, espacios al aire libre, salones de clase, etc.
  • Diseñar estrategias de planeación educativa que consideren escenarios diversos y contextualizados para responder a la emergencia sanitaria y a posibles rebrotes (enseñanza remota, clases presenciales, modelos mixtos, escalonados, etc.).
  • Medir y monitorear los efectos de la infraestructura en la educación en situación de emergencia.

4.c Para 2030, aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados, incluso mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados:

  • Garantizar la formación inicial y continua de docentes y figuras directivas, durante y después de la pandemia.
  • Resignificar el papel del docente y de la comunidad en los aprendizajes de los estudiantes, considerando nuevos ambientes de aprendizaje surgidos a partir de la pandemia.
  • Priorizar el aprendizaje que considera intereses y necesidades de los estudiantes en las diferentes etapas del desarrollo.
  • Diseñar estrategias de formación docente entre pares.
  • Identificar y dar visibilidad a las estrategias pedagógicas innovadoras que probaron su eficacia en el marco de la pandemia.

Perspectiva de futuro

 Esta pandemia ha puesto en evidencia los desafíos que los sistemas educativos ya enfrentaban y ha generado retos aún mayores, los cuales pueden ocasionar un retroceso en los logros alcanzados, a lo largo del tiempo, o cambios en la trayectoria de avance de los países.

Solo superaremos los efectos de la pandemia si cooperamos para construir soluciones educativas innovadoras, contextualizadas y que atiendan el bienestar de las personas más vulnerables, para lo cual necesitamos trabajar en:

  • Replantear el federalismo educativo, intensificando la cooperación estatal y fortaleciendo la toma de decisiones en el contexto local.
  • Diseñar esquemas de planificación educativa innovadores y flexibles.
  • Garantizar condiciones para la conectividad gratuita en las zonas con mayores desventajas.
  • Asegurar la provisión de agua en las escuelas.
  • Reconocer y atender los contextos y necesidades particulares de las comunidades educativas.
  • Fomentar las innovaciones pedagógicas: no solo se trata de tecnología, sino de cómo involucrar a los estudiantes en sus propios aprendizajes.
  • Flexibilizar el currículo para facilitar su adaptación a los distintos contextos.
  • Fortalecer la habilidades sociemocionales de los estudiantes y demás actores educativos (docentes, figuras directivas, etc.).

CRÉDITO: Elaboración propia con imágenes de la ONU y la OCPM

Cuando se reanuden los procesos educativos presenciales la escuela no será, y no puede ser, la misma. Este contexto de emergencia puede ser utilizado para repensar el sistema tradicional y enfocarlo hacia un proceso inclusivo y de generación de oportunidades educativas de calidad, sobre todo, para las personas más vulnerables, y hacia el cumplimiento del ODS 4, prioritario en la agenda internacional para el desarrollo sostenible.

……………

*Paola García Chiñas. Su experiencia se centra en el diseño y evaluación de políticas públicas, así como en equidad e inclusión educativas. Es Maestra en Administración Pública por la Universidad de Columbia y actualmente es Directora de Evaluación para la Mejora de Políticas y Programas Educativos en MEJOREDU. @Paola_Garcia_Ch

*Ana Razo. Integrante de MUxED. Es profesora-investigadora en el Programa Interdisciplinario sobre Políticas y Prácticas Educativas del CIDE y doctora en Políticas Públicas por el CIDE. Su investigación se enfoca en el mejoramiento del trabajo educativo en el aula, especialmente utilizando observación estructurada de la práctica docente. @anarazop

 

[1] Ver: UNESCO (2020) https://en.unesco.org/covid19/educationresponse

[2] Ver: SEP (2020) https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-61-regresan-a-clases-mas-de-25-millones-de-alumnos-de-educacion-basica-del-pais-sep

[3] Ver: ONU (2015) https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/

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