La SEP en deuda con la reforma educativa amloísta

Sergio Martínez Dunstan

¿Por qué afirmas que la Secretaría de Educación Pública (SEP) le quedó a deber a la Nueva Escuela Mexicana? Me lanzó la pregunta a bocajarro. Interpelé a mi colega con otro cuestionamiento: ¿cuántas veces se menciona la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en el Marco Curricular de la Educación Básica? Mi interlocutor sólo se limitó a encoger los hombros como queriendo decir, ¡no sé! A lo cual le respondí: Una sola vez y de manera indirecta. Se cita, de refilón, a pie de página, el Artículo 95, Fracción I, de la Ley General de Educación sobre un asunto relacionado con la formación de docentes. 

Sería conveniente traer a colación que el actual Presidente de México, en su condición de candidato al cargo que hoy ostenta, delineó su proyecto de gobierno en materia educativa con el discurso pronunciado el 11 de mayo de 2018, en San Pablo Guelatao, Oaxaca. A tal proclama se le conoce como “10 compromisos por la educación y el magisterio”. Una vez electo, en consecuencia, instruyó al que sería tiempo después el Secretario de Educación Pública. Las promesas de campaña fueron validadas a través de la Consulta Nacional por una educación de calidad con equidad. Los responsables de tal ejercicio resaltaron al término de la misma, tres hallazgos notables: La revalorización del magisterio; la formación de mexicanos técnicamente competentes y socialmente comprometidos; la construcción de la Nueva Escuela Mexicana y . Sobre esa base, se propuso al Congreso de la Unión la reforma educativa. Después de meses de trabajo, mediante parlamento abierto, fue aprobada en mayo del dos mil diecinueve con las enmiendas a tres artículos constitucionales siendo el más destacable el tercero. En los primeros tres párrafos se enuncia como debe ser la educación que imparta el Estado. 

Meses después, se llevó un ejercicio similar para elaborar la legislación reglamentaria. Entre ellas, la Ley General de Educación en la cual se ratificaron los principios, fines y criterios. De igual manera, se estableció la nueva escuela mexicana como el medio para garantizar el derecho a la educación a todos los mexicanos, asignándole el desarrollo humano integral del educando como objetivo. Asimismo, en el Programa Sectorial de Educación se reafirma la Nueva Escuela Mexicana en varios de los objetivos y estrategias prioritarios definidos. 

Incluso, en la misma invitación a participar en las asambleas para la revisión de la política curricular se alude a los planes y programas de estudio de la Nueva Escuela Mexicana. Como se puede constatar, la Nueva Escuela Mexicana existe en el marco jurídico normativo y en los instrumentos de gestión de la política pública. ¿Cómo se explica entonces que en la política curricular se omite hablar de ella?

Además de desdeñar a la Nueva Escuela Mexicana dejan de lado la pretensión primigenia de elaborar el Modelo Educativo correspondiente. El marco curricular y el plan de estudios serían en el mejor de los casos se percibe una tendencia hacia la construcción de un modelo curricular aún inconcluso. Se quedaron cortos de miras. Habría que traer a la memoria que el 11 de mayo de 2019 se filtró en las redes sociales un documento oficial emitido por a Subsecretaría de Educación de la SEP titulado: Modelo Educativo: Nueva Escuela Mexicana en el cual se anunciaba la renovación curricular y . Meses después, se llevó a cabo el taller de capacitación “Hacia una Nueva Escuela Mexicana” convalidándose con ello el proceso de construcción colectiva del nuevo plan de estudios. Se previó que durante el 2020 se tendría la versión preliminar del currículo (enero-marzo), la versión final para discusión (abril-junio) y la publicación en el Diario Oficial de la Federación (julio). De esta manera, darían inicio con  las acciones preparatorias para la puesta en marcha (a partir de julio). De tal manera que se implantaría de 1º a 3º de preescolar; 1º y 2º de primaria y primero de secundaria en agosto del año siguiente y su generalización en el ciclo escolar 2022 – 2023.

De acuerdo con lo argüido anteriormente, responderé puntualmente el cuestionamiento de mi colega. ¿Por qué afirmas que la SEP le quedó a deber a la Nueva Escuela Mexicana? Por 3 razones. 

  1. Porque en el Marco Curricular de la Educación Básica no hay ninguna referencia directa a la Nueva Escuela Mexicana. 
  2. Porque por el momento es u avance del plan de estudios y quizá llegue hasta un modelo curricular. Todavía no lo es pero hasta ahí se tiene contemplado llegar. Técnicamente hace falta algo más para concebirse como el Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana. 
  3. Porque se incumplieron los plazos establecidos, está riesgo su implementación para el ciclo escolar 2022-2023 y cuantimás la generalización. En dado caso, sería muy atropellada su implementación con las afectaciones para los alumnos y padres de familia así como al magisterio pensando en un proceso de actualización que favorezca una adecuada comprensión y apropiación del Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana. 

Por ello, estas son las razones por las cuales considero que la SEP le quedó a deber a la Nueva Escuela Mexicana. Y todavía más. A la Secretaría de Educación Pública le faltó estar a la altura de la reforma educativa de Lopez Obrador. Flaco favor hicieron con la presentación del Marco Curricular y el Plan y Programa de Estudios. Insulso, inconcluso, inapropiado. Ojalá corrijan el camino. Se necesita un Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana no sólo un plan de estudios. 

 

Carpe diem quam minimun credula postero

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