Las TIC y TAC formativas en la contingencia

Raúl Romero Lara

Ante la actual contingencia global, que particularmente estamos viviendo en México, nuestro Sistema Educativo está viviendo un momento crítico continuar un ciclo que fue planeado e inicio a operarse de manera presencial, que ahora debe continuar a distancia, en línea, en el mejor de los casos, a lo que resulta pertinente preguntarnos ¿nuestros docentes cuentan con los conocimientos para seleccionar y usar de manera pedagógica los recursos tecnológicos? ¿con base en qué criterios es que se ha venido realizando la adaptación de un modelo presencial al trabajo en línea?

Frente a estas interrogantes habrá que mencionar que las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) se les ha considerado hoy en día en otro nivel, pasando a ser nombrada Tecnologías del Aprendizaje y el conocimiento (TAC), es decir, se les atribuye un uso crítico y selectivo con fines pedagógico, por lo que retomaré aquello que es un lugar común, la tecnología por si misma no genera ningún cambio o efecto educativo, es necesaria una selección y aplicación educativa; pero además debemos considerar la accesibilidad que tienen tanto los estudiantes como los docentes de los diferentes niveles educativos. No podemos pensar solo en que por incorporar alguna plataforma de teleformación, se van a alcanzar los objetivos educativos debido a que aún hoy en día en nuestro país existen zonas en donde no se cuenta con acceso a la Internet, incluso con fallas en el suministro de energía eléctrica.

Además del acceso a estos y otros recursos, es conveniente considerar que la comunicación que establezca el profesor con los estudiantes debe ser uno de los factores vitales en esta adaptación educativa, de lo presencial a en línea, porque no podemos descuidar el factor social, de sociabilización, que desarrolla la escuela en el desarrollo y formación de los niños, jóvenes y adultos, como sujetos sociales. Para cumplir este objetivo también será necesario que se den los fundamentos para una interacción entre los estudiantes, es decir, el desarrollo de un proceso de aprendizaje colaborativo, incluso en camino a los grupos autogestivos, lo que implica el desarrollo de habilidades de lectura crítica, argumentación de respuestas y diálogos en donde el pensamiento crítico esté presente.

Si se logra el desarrollo de las habilidades de comunicación efectiva como parte del proceso de enseñanza y de aprendizaje, estará siendo un indicador de que se está haciendo un un uso pedagógico de las TAC, de algunos recursos y herramientas en particular. Por lo tanto, es importante retomar la formación docente en dos principales áreas, una encamonada a la selección y uso crítico de las TAC, y una segunda en la incorporación pedagógica de los recursos seleccionados.

Esto último es importante porque tampoco se trata de incorporar el mayor número de recursos ante la contingencia, en búsqueda de cumplir los propósitos educativos, se requiere un uso selectivo, es decir, pensar que en ocasiones ¡Lo menos es más! Si realizamos una selección y uso pertinente podremos lograr un mejor efecto formativo, lo que debe ir acompañado de elegir pertinentemente actividades, textos y tiempos para realizarlas.

Si bien las TIC marcaron un parteaguas con la aparición del transistor, lo que permitió minimizar artefactos, hacerlos transportables y posibilitando la generación más eficiente mediante los satélites de comunicaciones que hoy en día orbitan en abundancia alrededor de nuestro planeta, quizás hasta en exceso, sin embrago aún estamos carentes de una cobertura al 100% y con un ancho de banda mayor y mucho más estable. Por lo tanto, valdría la pena voltear a otros recursos más tradicionales como la radio en FM, AM o incluso por radio aficionados o a través de las radios comunitarias.

Con base en esta reflexión se presenta la oportunidad de analizar y valorar el uso y la incorporación de las TAC en los procesos educativos que estamos desarrollando frente a la contingencia, y debido a que es una situación que amenaza con prolongarse aún por un par de meses, será conveniente considerar el diseño de estrategias de formación, acompañamiento y retroalimentación docente, hacia un modelo educativo que nos posibilita la renovación pertinente.

*Doctor en Educación. Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Departamento de Educación

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