Wenceslao Vargas Márquez
Desde la Cuarta Transformación se ha insistido en que habrá procesos democráticos para elegir a los que han sido dirigentes sindicales eternos. Dirigentes de oposición esperan el banderazo de salida en los sindicatos, sobre todo ahora que entró en vigor la nueva ley laboral el primero de mayo.
Pero al igual que el proceso para reinstalar a los docentes cesados por Peña, Chuayffet y Nuño, a causa de la reforma educativa PRI-2012, el tema electoral sindical se halla estacionado. El elefante no se mueve. El presidente hizo su parte, el legislativo hizo la suya, pero las áreas administrativas (SEP y STPS) no actúan. En lo sindical parece que no hubo elecciones en julio de 2018. Siguen en sus cargos los líderes sindicales de siempre que el PRI dejó instalados con elecciones sindicales anticipadas. El SNTE sigue al mando de Cepeda Salas y no hay voluntad de ir a las urnas porque además, consideran, no hay quien los obligue.
El viernes 31 de mayo el SNTE publicó un comunicado, el 42-2019, en donde se afirma que “el líder del magisterio expresó que, en el caso de las elecciones de sus dirigentes, desde hace décadas se han celebrado mediante el voto libre, secreto y nominal; sus resultados nacionales y seccionales han sido avalados, sin excepción, por los tribunales respectivos con la toma de nota correspondiente, lo que además de legitimidad les da legalidad”. Es cierto, pero Cepeda evade el tema toral que es el voto directo, sin delegados. Eso no lo comenta. Dijo también que “con el objetivo de fortalecer sus procesos democráticos, el SNTE trabaja en el blindaje del voto universal para elegir a sus dirigentes”. Nótese que no dice que se trata de construirlo, fomentarlo, o fortalecerlo, sino de “blindarlo”. ¿Blindarlo?, ¿respecto de quién?, ¿respecto de Elba Esther Gordillo? ¿Se teme la participación de la maestra Gordillo y por eso hace falta un blindaje?
Añade el comunicado 42 “que como lo establece la nueva legislación laboral, ahora las elecciones serán también con voto universal, y blindadas de la intromisión de intereses, personajes o grupos que busquen un beneficio particular, ajeno a los objetivos que dieron origen al SNTE: la defensa de los derechos laborales y de la educación pública”. ¿Elba Esther y Maestros por México son ese personaje y ese grupo respecto del cual hay que “blindar” los próximos procesos electorales del sindicato? El comunicado se confunde porque dice que “ahora” las elecciones serán también con voto universal, cuando el voto universal existe desde 1943. ¿Cómo se eligió al dirigente nacional Jesús Robles Martínez en 1949 o a Carlos Jonguitud en 1974? Se eligieron por voto universal, sólo que indirecto. El voto universal se aplica en el SNTE desde hace tres cuartos de siglo.
¿Qué sigue, qué hacer, cuál es el cronograma del SNTE? Dice un párrafo del comunicado: “Lo que sigue es hacer una reglamentación que se desprenda del propio Estatuto y que nos permita, ya en los próximos procesos de las secciones sindicales, empezar a implementarlo con los candados, con los blindajes que sean necesarios”. Ok. Si se “desprende” del estatuto es que no formará parte del estatuto, porque al estatuto, hasta ahora, sólo lo puede modificar un congreso nacional. Alguna vez, por ejemplo, el reglamento de asambleas no formaba parte del multicitado estatuto; ¿es eso lo que se pretende? Nótese también que el CEN del SNTE y Cepeda aceptan entrar al juego de la 4T sólo en los “procesos de las secciones sindicales”, no de CEN del SNTE. Dos secciones a quienes les tocaría el nuevo procedimiento “blindado” serían las secciones 32 y 56 de Veracruz que renuevan en octubre de 2019 y marzo de 2020, respectivamente.
Por otro lado, ¿el presidente ha pedido incluir en los nuevos procesos electorales al CEN del SNTE para renovar a Cepeda Salas? La respuesta es negativa según se lee en el comunicado 42 cuando se menciona un recordatorio que hizo el maestro Cepeda Salas durante una intervención: “Recordó que en las dos ocasiones en las que el SNTE se ha reunido con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario ha expresado su respeto a la autonomía sindical y a los tiempos estatutarios de la organización magisterial”. Traduzco la elipsis: el presidente, según el CEN del SNTE, no empujará a nuevas elecciones y aceptará una elección nacional hasta febrero de 2024, fecha en que concluye el mandato nacional actual. Esto, si no es verdad, refleja un deseo que cuelga de un hilo, el hilo de la voluntad presidencial.
Además, el único grupo que desea elecciones en el SNTE es precisamente Maestros por México, MxM, pero queda a deber porque supuestamente nació para hacer lo que no hacían el SNTE y su estructura: defender los derechos de los trabajadores, pero hasta ahora (por ejemplo en la reinstalación de docentes cesados y desplazados, con años sin cobrar), sus líderes nacionales han resultado puro rollo, pura saliva y puro bla, bla, bla.
Twitter @WenceslaoXalapa