Carta de Manuel Gil Antón a Educación Futura

Jueves 7 de marzo, 2024

Rubén Álvarez Mendiola

Fundador y Director General de Educación Futura

Erick Juárez Pineda

Coordinador Editorial de Educación Futura

Queridos Rubén y Erick:

Tengo para mí que se aprende, poco a poco, que la vida tiene ciclos, periodos o lapsos —no estoy seguro de cuál será el mejor término para expresar esta idea— pero eso no es lo que me importa dilucidar. Quizás etapas fuese un buen modo de referirme a que, conforme uno transcurre en “el olvidado asombro de estar vivo”, como dijo Octavio Paz, aparecen distintas prioridades en el intento de acomodar, siempre aproximado, lo que se juzga menester realizar en el futuro. 

Durante un poco más de 10 años, y desde su nacimiento en aquél entonces como Educación a Debate, y luego Educación Futura, he tenido el enorme gusto de ver nacer y desarrollarse, con vientos mejores a veces, o a base del motor del esfuerzo a pesar de la corriente en contra, a este portal dedicado a los temas educativos. Se me confirió, y he estado desde aquellos ayeres, como Director Académico de este espacio que se ha colocado como un referente para comprender y debatir el acontecer educativo en el país, así como informar e imaginar que otra educación es posible para México.

Ahora, en un momento de redefinición de las actividades que mi trabajo académico, y de divulgaciónimplican, cuando se acerca la necesidad de hacer un “pasado en claro” (de nuevo frase de Paz) de lo que durante 43 años he podido realizar, he advertido que las labores que necesito llevar a cabo, y exigen una concentración mayor, me conducen a cerrar algunas encomiendas que son importantes, que han marcado mi vida profesional y me han hecho ser lo que soy. 

El tiempo no es un recurso renovable, aunque tampoco me ha tocado que sea escaso ni ha sido poco para las actividades que me han hecho tener una vida profesional apasionante, con abundantes yerros, sin duda, pero incluso estos, con eventuales aciertos, orientados por una pasión y entusiasmo que me alegra haber tenido y, por cierto, seguir —en gerundio— seguir teniendo.

De frente a una consideración de mis posibilidades de trabajo en esta etapa, he decidido que es un buen momento para dejar la Dirección Académica de nuestro portal, de la queridísima Educación Futura. 

No es fácil hacerlo, porque las querencias son las querencias. Pero estimo que es bueno saber, a tiempo, hacerse a un lado, para que otras y otros colegas tomen esas responsabilidades y las lleven a cabo con la disposición de tiempo y energía que se requieren. 

No dejaré de trabajar (creo que es un vicio de los que no tienen cura), ni de estar interesado en los temas educativos, pero lo voy a hacer de otro modo y a distinto ritmo, como corresponde, creo, a la vida que se acompasa con el tiempo, las responsabilidades centrales del momento, a las que se agrega, en mi caso, requerir más horas para cierres siempre parciales, pero que es imponen, de lo que se ha podido hacer a lo largo de los años. 

Dejar la responsabilidad de la Dirección Académica no significa abandonar la certeza de que Educación Futura es mi casa, espacio en el que he crecido como académico y persona, gracias a la generosidad de ustedes, al entusiasmo de las y los colaboradores en el portal, y a la paciencia y buena disposición de nuestros lectores así como la de los y las colegas que forman un grupo grande de personas a los que el destino de la educación en nuestra tierra no le es indiferente, sino crucial.

Agradezco mucho su confianza, la amistad que hemos forjado dentro de la lógica de las coincidencias y diferencias que toda relación importante en la vida implica, y el apoyo que siempre me brindaron para poder colaborar en este encargo. De veras, gracias.

Les pido que hagan del conocimiento de las y los lectores y quienes colaboran en Educación Futura esta decisión. Así como el franco sentimiento de gratitud a la vida por haber sido parte no de Educación Futura —que, insisto, será siempre un hogar para mis colaboraciones— sino por haber ocupado la posición de Director Académico.

Con un gran abrazo, les envío hartos parabienes: Educación Futura, y su porvenir, el futuro que indica su apellido, los advierto promisorios e importantes.

Manuel Gil Antón

(Respuesta a Manuel Gil Antón)

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