Y las experiencias docentes ¿para qué nos sirven?

Reynaldo Rivas Vargas 

 

El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada

y si es la forma velada de burlarse de la historia

para eso está la memoria que se abre de par en par

en busca de algún lugar que devuelva lo perdido

no olvida el que finge olvido sino el que puede olvidar.

Mario BENEDETTI

Cuando revisamos la guía correspondiente a la segunda sesión de Consejo Técnico Escolar, inmediatamente sentimos una gran emoción porque esa exploración nos posicionó en una temática que inundó las esperanzas para seguir pensando y creyendo en la docencia, para seguir pensando en la enseñanza, para seguir cuestionando ¿Cómo aprenden los estudiantes? Para continuar en la expectativa de ¿Cómo enseñan los profesores? Interrogantes que llevaban como consecuencia un tinte de optimismo, de creer que “si se puede”, pero sobre todo que como versamos acá, darle la palabra al maestro para que hable y nos cuente lo que “les duele” escribiéndolo a como decimos “ras de piso”, para tomar en cuenta su experiencia cotidiana en la interacción con los alumnos cara a cara y con los padres de familia.  Alegría que nos llevó a pensar en la escuela y de allí seguir examinándola. Porque tal vez así podremos ser empáticos con los profesores. 

La guía en su interior tiene un tema que nos pareció sumamente trascendental en materia de política educativa, colocaba como eje coyuntural de esta sesión de CTE la recuperación de experiencias docentes a la distancia, dándole la palabra al profesor para ser escuchado, para ser leído, para expresarse, para explicarnos ¿Qué están haciendo para atender a los alumnos? acto que aplaudimos porque se les ha dado el derecho de explicar, explicarnos, ¿Cómo les esta yendo durante este tiempo de confinamiento? Su basamento propone como dispositivo importante la narrativa, como un punto de conexión para ser escuchados. La explicación derivaba de lo que vamos argumentando pugna en contarnos ¿que hicieron?  ¿Cómo le hicieron? 

En el interior de la guía varios docentes de algunos estados del país dieron contestación al Srio. De Educación Pública, daban a conocer en sus escritos, las peripecias por las que han tenido que surfear para poder implementar junto con los padres de familia, el programa aprende en casa II. Situación halagüeña que confesamos nos hizo sentir la ilusión de que estábamos, como espacio de asesoría y acompañamiento, en la línea correcta, pareciera como si estuviéramos siendo escuchados, y sobre todo nos empodera porque este CTE nos ha enseñado que vamos por el camino correcto. 

Fue un momento de comprender, que lo que hemos venido impulsando en los últimos meses como una iniciativa de darle la palabra a los docentes para que nos narren de viva voz, pero principalmente a través de escribir esa experiencia, la cual tenemos claro que la escritura es una forma importante de dar a conocer lo que es significativo para los profesores. Por lo que un grito de jubilo y de ilusión entró en nuestros pensamientos, lo que nos hizo celebrar porque por primera vez, lo que con tanta atención hemos venido proponiendo en los espacios académicos que compartimos, para que se de a conocer lo que el maestro hace en el aula de clase a través de escribir sus experiencias, utilizando a la narrativa pedagógica, cuya trascendencia toma en cuenta el momento significativo que recuperan a través de implementar un proyecto, una secuencia didáctica. Fue como si las estrellas se estuvieran alineando para decirnos ¡allí esta su respuesta! 

Una duda les confesamos también atravesó nuestros pensamientos, al cuestionarnos a ¿qué le llaman experiencias docentes propuestas para esta segunda sesión? ¿Qué es lo que se proponen con este argumento? Para que el tránsito y la agenda tome un rumbo que desde nuestros constructos epistemológicos que nos ha dejado claro expliquen, y comprendan hacia dónde lleva esta sesión a los profesores para que puedan argumentar ¿Qué es la experiencia docente? Un vector que nos guía y que tenemos en claro y que nos levanta esa duda, quizá temor, es lo que explicamos parafraseando a María Zambrano cuando subraya que la experiencia es aquello que nos pasa y que nos sucede, no lo que pasa y lo que sucede, y bajo esta caracterización, la connotación se torna muy distinta a la hora de problematizar al grueso de profesores que conforman la educación básica, porque los podría llevar sino hay esa comprensión de lo que es la experiencia bajo lo que aludimos con Zambrano por otros senderos, por otra dirección, y que si no hay vigilancia epistemológica, la resultante los llevaría a hacer  catarsis, a volver el espacio de hablar sobre sus experiencias y que la sesión se convierta o tome forma de ser  un momento de quejas, de tan solo explicar si bien nos va, una clase modelo, todas estas dudas comenzaron a inundar nuestros pensamientos que desde luego inquietaron nuestros desvelos, porque allí parece que hay una pequeña trampa, que si en la implementación de esta guía no se tiene en claro, se podría volver un momento laxante o lastimero, porque quizá no se comprenda hacia dónde los lleva esta propuesta.  

Un segundo momento interesante que a bote pronto nos emocionó: la llegada de los recuerdos de la lectura que habíamos hecho hacia ya unos meses y que indiscutiblemente hablaban de todas esas experiencias que se habían aglutinado de un viejo profesor durante su periodo existencial como el responsable frente a grupo de estudiantes. El libro a que hacemos mención lleva por título recuerdos de un viejo profesor de Armando Zambrano Leal, del cual extraemos una anécdota que inundó un sinnúmero de reflexiones, de emociones, de encuentros y desencuentros que vaticinaron la ilusión de continuar por este camino que deliberadamente hemos escogido la asesoría y el acompañamiento como espacio de formación docente: 

“De la siembra y de la cosecha le enseño sus diferencias; hizo lo mismo con las plantas, sus variedades y beneficios…y de las abejas le confió absolutamente todo. Algo llamó siempre su atención y fue esto: Ninguna planta es mala, tampoco los bichos; cada uno cumple una función, sabia por demás. Con estas y otras enseñanzas el viejo profesor teorizó sobre los elementos del “saber.” Para él, todo saber se compone de disposición, placer y gusto; luego viene el modo y el estilo. De todo esto nos habló aquella noche y, a sus alumnos en las clases. “Así como sucede en la cocina, todo saber tiene su secreto” dijo el viejo profesor. (P. 17).

La sesión 2 de CTE nos invita a rumiar en un tema sumamente importante “la experiencia docente” cuyo objetivo promueve una filosofía interesante, dando un tratado que promueve que los profesores creen un equipo serio de trabajo, de colaboración, donde se promueva como principio sensato de desligarnos de un efecto que se conoce como de “Silo”, el cual tiene como fin, el divisionismo, hacer grupos, cada quien avanza como considera que debe ser, el liderazgo directivo o del responsable de la escuela no aparece, en ocasiones lo legitima aun más. la idea que apuntala esta guía es; promover insistimos, la Colaboración y la cooperación. 

Nos parece que escribir, narrar y proponer por medio de esta sesión interesante nos posibilita en seguir en una tarea que como espacio de formación pedagógica nos hemos propuesto, continuar con la asesoría y el acompañamiento, siendo empáticos con los profesores que allá en las aulas de clase a distancia, hoy se debaten en una frontera entre la urgencia de regresar al aula de clase, de continuar con un trabajo híbrido que les permita no palear esa angustia, sino de continuar en esa tarea y encomienda que la sociedad les ha demandado, el de hacer que la niñez mexicana continúe en su aprendizaje como un derecho natural y como obligación no tan solo del Estado, sino de todos los que conforman esta colectividad, por ello desde esta trinchera, seguimos pugnando para que los profesores sigan escribiendo, narren sus experiencias que ésta batalla les permita ser diferentes, de que la reincorporación a las aulas de clase, sea el horizonte de como hoy se dice, una nueva normalidad, vista como esa opción de cambio, de renovación, de mejorar esas prácticas docentes que se han perpetuado por muchas décadas. 

Esta guía y la narrativa sobre las experiencias docentes nos ha llevado a pensar en el texto de San Agustín (1987) cuyo titulo es confesiones donde de manera brillante nos explica la forma en que él se humanizó, revela que a través de un encuentro como él lo dice; con Dios, allí en el libro I “Confiesa los vicios y pecados de su infancia y de su puericia; y da gracias a Dios por los beneficios que recibió de su mano en una y otra edad.” (p.21) lo que siguiendo la pista de filósofo del cristianismo como se le conoce, los profesores se encuentran en el umbral de definir una nueva posibilidad de confesarse, de reencontrase, consideramos que un primer encuentro es descubrirse como lo detalla San Agustín en este texto, porque al hacerlo se dan la oportunidad de conocer sus limitantes, que les lleve a comprender a los otros, que los posicione en lo que decanta parafraseando al humanismo Sartreano “todo lo que hacemos, afecta a otros”. 

 

Referencias.

San Agustín (1987). Confesiones. Colección Austral, México. 

Zambrano, A. (2020) Recuerdos de un viejo profesor, Educere internacional, Bogotá, Colombia.

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